The SMS? 》JeongCheol《

Extra 4: Reencuentro

-¿Estás seguro de que quieres hacer esto?- creo que era como la quinta vez que Seungkwan me lo preguntaba.

-Ya dije que si Kwannie, es necesario.- suspiré.

-Entiéndenos, tu llegada es aún muy reciente, nos preocupa como puede afectarte un encuentro directo tan pronto.- intervino Seokmin.

-Año y medio de distancia es suficiente, créanme.

-Hyungs, ¿qué hablamos sobre exagerar con su protección?- Chan gritó desde la sala de estar donde jugaba videojuegos con Samuel.

-Él tiene razón, sólo esperemos aquí y deseemos lo mejor.- sentenció Mingyu.

Finalmente me dejaron irme, prometí ver a Seungcheol en media hora en el río Han. ¿Por qué allí? No lo sé. ¿Qué planeaba decirle? Nada en concreto yo sólo... necesito verlo.

Intenté no hacerlo, intenté no buscarlo desesperadamente cada vez que salía aunque fueran unos metros lejos del departamento. Pero es más fuerte que yo, llevaba seis meses de regreso en Seúl y no lo había visto ni una sola vez, era demasiado.

Ni siquiera buscaba hablar con él en un principio, sólo poder verlo aunque sea de lejos. Pero como era de esperarse, no pude con mi genio y ayer por la noche lo llamé. Claro que se sorprendió y creía que se trataba de una broma o algo así, pero finalmente aceptó.

Y eso nos trajo aquí, ahora. Está parado de espaldas hacia donde yo estoy y aún no se percata de mi presencia, estoy aterrado de llamar su atención y verlo de frente, quiero apreciarlo así unos segundos más antes de llevarme la decepción de que me mire con cualquier tipo de sentimiento excepto amor. Sin embargo, junto fuerzas y finalmente lo hago, hablo.

-Hola Cheol.- digo simplemente, veo su espalda tensarse y relajarse en un segundo, y se voltea. En ese instante, mi alma abandonó mi cuerpo.

-Jeonghannie.- dijo apenas con una mueca que intentaba transformarse en sonrisa. No lo culpaba, digo, no es normal que la persona a la que le rompiste el corazón un año y medio después quiera verte como por arte de magia.

Me tomé mi tiempo para observarlo, importándome poco si él lo notaba. Su imagen seguía siendo preciosa, se veía más adulto con esos jeans que se ajustaban a él perfectamente y su camisa blanca semi arrugada con los primeros botones desprendidos y las mangas dobladas hasta los codos. Su pelo negro brillaba y se veía tan suave, sus ojos lucían un poco más cansados ahora pero mantenían esa lucecita que los hacía ver aún más preciosos de lo que eran naturalmente, sus labios se veían tan rosados como los recordaba y me moría por probar si seguían igual de suaves.

-¿Vamos a tomar algo?- pregunté finalmente, asintió apenas.

Caminamos lentamente hasta el primer lugar más o menos tranquilo donde pudiéramos sentarnos a conversar. Mientras esperábamos por nuestros pedidos, me dispuse a hablar, pero se me adelantó.

-¿Por qué lo hiciste?- fue lo primero que dijo.- ¿Por qué? ¿Acaso no pensaste en mi? ¿No sabes lo mal que me sentí por haberte orillado a hacer algo así?

Suspiré. Esto sería más difícil de lo que pensé. En ese momento la camarera trajo nuestros pedidos, lo que me dio un par de minutos para analizar mejor lo que le diría. No quería herirlo, pero quería que entendiera lo serio del asunto.

-Mira Cheol... esto no es sobre ti, bueno si, pero no de la manera en la que lo estás planteando. Estuve cinco años de mi vida, prácticamente toda mi adolescencia pendiente de ti, pensaba en ti para adaptar a cada decisión de mi vida a ti. Y por una vez, me decidí a hacer algo por mi. ¿Entiendes? Lo hice por mi, por mi bienestar, para recuperarme. Me había perdido a mi mismo por ti, y sé que no fue tu intención porque tu jamás me pediste nada, todo lo hice yo. ¿Ves la gravedad del asunto? Ni siquiera éramos amigos en ese momento y yo tenía todo mi jodido universo girando alrededor de ti, y eso no es sano. Yo necesitaba hacerlo, no estaba pensando ni en los chicos, ni en ti, ni en nadie más que no fuera yo mismo.- solté todo el aire que hasta ese momento no había notado que estaba conteniendo.