GITANA✓

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Pregunta de la semana: ¿Cuál canción crees que vendría a la perfección con ésta novela?

-¡¿LA HAS AGREDIDO ANIMAL?!

Un grito sale de mí cuando Rob estrella su puño contra la mandíbula de Tristán.

Logro agarrar al último a tiempo, antes de que se abalance sobre el tatuado.

Se remueve en mis brazos y agradezco con la mirada que los otros se hayan puesto entre Rob y Tristán.

Observa que la serpiente en el rostro de Rob incluso se mueve al ritmo de sus jadeos.

Por una parte me siento incluso especial al pensar que le ha pegado por protegerme... Al creer que me había hecho algo.

-Tranquilos... ¡BASTA!

Todos paran de gritarle a Tristán y éste para de intentar abalanzarse sobre ellos.

Suspiro y me sitúo entre ellos.

-Yo... Yo estoy bien, ¿vale? Y no ha sido Tristán el causante de éste caos... Sino otra persona, y no diré nada más de esto. Solo quiero que sepáis que os estoy muy agradecida por defenderme en ésto y por no tenerme rencor al haber faltado a la terapia de hoy... - termino susurrando lo último.

Me miran en silencio.

Rob se relaja e incluso creo ver cierto arrepentimiento cuando observa de reojo a Tristán.

Cris y Paul suspiran, como si les hubiesen quitado un peso de encima, y se apoyan contra la pared.

Aprovecho entonces para volver al baño y coger una tirita para cubrirse la horrible herida.

-¡¿Te estás trincando a la doctora?!

La voz de Matt me hace atragantarme con mi misma saliva y le miro con los ojos como platos.

-Puede.

-¡¿Qué?! ¡No! - bramo dándole un golpe, al ver su sonrisa burlona.

Ellos me miran desconfiados.

-Claro... ¿Y tus gritos los provocó una araña entonces, no? - rió Paul.

Rodé los ojos y me alejé de Tristán, que de pronto estaba demasiado cerca de mí.

-No, me estuvo cosiendo la herida... - digo levantando un poco la tirita para que pudiesen verla-... Y por eso habéis...

-¡TAPA ESO, JODER! ¡DIOOOOS, QUE GRIMA! - todos rompemos a reír cuando Cris tiene una arcada.

-¿Entonces te quedarás a vivir con él? - pregunta confundido Matt.

Miro de reojo al señorito.

Esperaba que respondiese él, pero sólo me miró, elevando una de sus perfectas cejas.

Suspiro.

-Intentaré encontrar un sitio cerca de aquí, que no sea muy caro y...

-Te podrías quedar aquí, pero no hay ningún apartamento libre- gruñe Rob, dándome un golpe un poco bruto en el hombro.

Me tambaleo y no se lo tengo en cuenta.

Son machos, al fin y al cabo.

Me apoyo contra la pared y justamente cuando ellos se empiezan a disculpar con Tristán, una idea se me viene a la mente.

Sonrío de oreja a oreja, mirando a la nada, porque sé que era una idea cojonuda.

Cuando levanto la mirada, veo que el señorito me está mirando con los ojos muy abiertos y el ceño fruncido.