Capítulo 5: Cumple tus promesas

830 102 29
                                    


POV: Piper Chapman

Me desperté desde las 5 am ya no podía dormir nerviosa por mi nuevo trabajo, se me hacía insoportable seguir en la cama con los terribles ronquidos de mi marido, salí del cuarto y me fui a sentar en las gradas de la entrada de mi casa como solía hacerlo en mi juventud.

Pensar en mis días de adolescencia era pensar en Alex ¿que habrá sido de su vida? las chicas dijeron que sabían muy poco de ella, de lo último que se enteraron fue que nunca logró entrar a la universidad como lo anhelada, mi sexy chica de lentes como deseaba verte en la cima del mundo junto a los triunfadores...

Las horas pasaron, alisté a mi hija para su primer día de clases, luego me vestí con ropa formal y recogí mi cabello, Larry dijo que parecía una secretaria de película porno, el siempre con sus chistes tan idiotas y sin gracia.

Llegué a tiempo y fui presentada a mis alumnos por Red, la amargada señora rusa me pidió que la llamara así, luego de que hiciera varias comparaciones chistosas de su nombre. Luego de dar varias cátedras con éxito, decidí ir a la sala de maestros a preparar una lista de las cosas que habría que mejorar en el sistema educativo de mi nuevo trabajo, pues tenía algunas deficiencias que deberían ser tratadas con urgencias.

— Hola, Red necesito que le entregues esto a la señorita Prepon de mi parte, sé que no se deja ver por nadie que no seas tú, así que explícale que hice una lista con sugerencias de cambios para mi clase.

— ¿Muchacha te has vuelto loca? ¿En tu primer día pretendes hacer este tipo de exigencias? — me cuestionaba exasperada

— ¿Qué tiene de malo? Soy proactiva si ella es una profesional, tiene que comprender, si no se lo quieres dar, perfecto dame al menos su correo electrónico yo me encargo.

Red arrebató mi documento de mala gana, parecía ser una mujer dura pero se volvía dócil al involucrar a la señorita Prepon ¿qué tendría enigmática desconocida que la ponía así? Quería saber cómo era si era joven, si era vieja, si era rubia o morena.

—¿Red?

— ¿Por qué no te vas eres estresante? — me suplicaba la mujer.

— Disculpa, quiero de todos modos el correo de la señorita Prepon.

— Toma y lárgate de una vez — Red anotó su correo irritada y me fui con cierta emoción.

Estaba nuevamente en la sala de maestros dispuestas a conocer un poco más sobre Alexandra Prepon, pero ni en san Google que todo lo sabe habían fotografías de ella me pareció muy raro, como soy una mujer muy sociable quise indagar con mis nuevos colegas para ver sabían ellos.

— Stela, Janae ¿ustedes han visto a la señorita Prepon? — pregunté a mis dos colegas que estaban trabajando junto a mí.

— Jamás — contestó cortante Janae, se veía un poco más joven que yo y tenía ascendencia negra y carácter fuerte.

— Es un misterio — contestó amable Stela viéndome de una manera un poco intimidante.

— ¿Por qué? — cuestioné.

— Dicen que ella es una mujer muy bella, alta de largos cabellos negros e intensos ojos verdes, que es una diosa en la cama y que periódicamente escoge a algunas chicas para que sean sus amantes, no encuentro las horas para que llegue mi turno — confesaba emocionada Stela.

Mi curiosidad aumentó mas con esa descripción pero que estaba pensando — ¡Dios mío! yo ya no soy lesbiana — me dije a mi misma, pero tengo la maldita costumbre de querer saber todo.

— Emmm... entonces... según lo que tú sabes ella es...

— ¡Si, idiota es lesbiana! la más cotizada del país, pregúntale a Kristin, ella ya fue su perra — escupió de manera poco educada Janae y mis ojos se fueron directo a la chica que entraba al salón.

Stela me presentó a Kristin una chica rubia bastante voluptuosa, a decir verdad la mujer era de esas que tienen la cara como si se estuvieran viniendo todo el tiempo.

— Kristin, Piper nuestra nueva compañera siente curiosidad de saber cómo es nuestra mística jefa. — dijo Stela.

— Oh, se me moja la tanga solo de recordar a mi jefecita tan divina — dijo de forma tan corriente esa mujer, como alguien dueña de un imperio tan importante puede acostarse con alguien así — tiene una voz tan dominante y sexy, una piel tan blanca y suave, los ojos verdes más intensos que he visto, una sonrisa tan dulce y pervertida a la vez, unas tetas tan perfectas y ¡Dios como coge esa mujer!

Escuchaba atenta a Kristin haciendo un retrato en mi mente de cómo podía ser la señorita Prepon, por alguna extraña razón esa descripción se me hacía tan familiar, rápidamente escribí un correo con la esperanza de tal vez poder comprobar las teorías acerca de esa mujer.

POV: Alex Vause

Sonreí ante las ocurrencias de mi Pipes, ella definitivamente era lo que necesitaba ordené a Red poner en practica todas y cada una de esas sugerencias, también recibí un correo de ella agradeciéndome por haberle dado el empleo, bueno no a mí a Alexandra.

Ya no conocía a Piper, ella solía ser más suelta, más liberal, ahora era una mujer muy inteligente y educada pero me gustaba esa nueva etapa de ella, pedí a mi chofer que corriera a un tienda y comprara algo de ropa casual, cambie mis traje sastre por unos jean, camiseta, chaqueta y tennis como solía vestirme de joven, me sentí cómoda con aquella ropa y salí caminando, quien iba a imaginar que una simple mujer como yo era la dueña de la universidad.

Seguí a Piper por varias cuadras sin que ella se diera cuenta, caminaba con su rostro alegre aparentemente disfrutando de una caminata por New York, se detuvo unos minutos a observar el lugar donde hacía 13 años trabajaba como mesera, hoy era un lujoso restaurante pero conservaba algunos detalles de su fachada original.

— Hola Piper. — dije parada tras ella.

Ella no dijo nada solo se quedó inmóvil por varios minutos, llevé mis lentes a mi cabello un poco frenética y la tomé del brazo para que me observara.

— ¡Suéltame, no me toques! — me gritó mirándome furiosa y escuché por primera vez su voz luego de 13 años.

— Solo quiero hablar ¿porque huyes de mí? — dije amablemente.

— ¿Por qué huyo de ti? ¡porque eres una maldita psicópata de mierda! que no me deja vivir en paz ¿hasta cuando tendré que soportarte Alex? Mandaste un camión lleno de halados para mi graduación, llenaste de arreglos fúnebres mi casa el día de mi boda, en mis cumpleaños siempre enviaste osos de peluches y chocolates provocándome intensas peleas con mi esposo ¿qué pretendes? ¿Arruinar mi vida como arruinaste la tuya? — me gritaba con tanto odio que laceraba mi alma.

— ¡Pipes, no sabes lo que dices! — dije dulcemente.

— No me llames así, y aléjate de mí Alex, has lo que prometiste hace unos días en el cementerio, cumple tus promesas.

Exclamó con odio en su mirada y voz fuerte esas terribles palabras y se fue dejándome con el corazón devastado nuevamente, ella me odiaba por insistir estar en su vida todos estos años, solo quería que supiera que no la había olvidado.

Ese día como muchas noche en las que sufrí por ella me fui a un bar a beber para olvidar mis penas, luego lleve a varias chicas a mi casa para evadir mi dolor, pero ninguna me llenaba ninguna era como ella...

Dispuesta a recuperar a mi rubia a como dé lugar, luego de verla y percatarme que está más linda que nunca, pedí a Fahri mi abogado que me comprara al precio que fuera una casa del otro lado de la calle de la casa de los Chapman, conseguí un equipo de vigilancia y observé a Piper desde mi ventana peinándole los rubios caballos a una linda niña, empuñé mis manos y golpee la pared con lágrimas recorriendo mis mejías. 

Gracias por leer mi historia y esperar por un capítulo nuevo, por dejar sus comentarios y opiniones y votar 😍😉

SOME LIKE YOU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora