Capítulo 18: Destinadas a estar juntas

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POV: Piper Chapman

¿Cómo te recuperas de vivir una terrible mentira, de saber que una de las dos personas que más amas en la vida, te ha engañado de la peor manera, saber que te sentías culpable por creer que tu corazón traicionaba al amor de tu vida por pensar en otra persona que resulta ser tu psicópata novia que no sé porque tuvo la puta idea que jugar a ser otra persona?

Yo la adoraba con toda mi alma siempre fue un gran ejemplo de optimismo y sinceridad, la tenía en un pedestal en la cima de mi mundo, confiaba ciegamente en ella, ¿Cómo pude ser tan ingenua? desde el inicio supe quién era pero mi corazón, mi amor por ella me hizo una mala jugada.

¿Qué hice después del engaño de Alex Vause? Entre en una terrible depresión hubiera preferido la muerte a seguir viviendo con mi corazón destruido, porque una parte de él tenía que morir con el recuerdo de esa maldita y el otro aguardaba lastimado hasta lo más profundo por estar lejos de mi pequeña.

Me fui a vivir con Lorna y Nicky mientras encontraba trabajo y conseguía dinero para pagar un lugar donde vivir. Empecé a trabajar de cajera en un café, no ganaba demasiado pero al menos estaba segura que era un trabajo que lo había obtenido por mis méritos.

El trabajo me ayudaba a distraerme y no derrumbarme ante mis problemas, pero no había noche en la que no llorara hasta el cansancio hasta quedarme dormida, Alex, ella estaba todo el tiempo en mi cabeza atormentándome.

 Piper, preciosa ¡hey! ¿Estás ahí?

— Stella, ehh... disculpa eh... yo me distraje creo que es mejor que suba — llevaba un par de semanas saliendo con Stella no sentía nada por ella, es más podía sentir nada por nadie pero necesitaba despejar mi mente.

— Espera, ¿puedo darte un beso?

— No creo que sea buena...

No pude terminar la frase pues Stella pegó sus labios a los míos, me quedé congelada sin saber qué hacer, aquel beso no me provocaba absolutamente nada, no fue como la primera vez que besé a Alexandra, ¡Dios! seguía separando a Alexandra de Alex, creo que yo también quedé con un desorden mental luego de esa maldita.

Traté de seguir la corriente a Stella pues tenía que encontrar una distracción para no pensar en ella, tenía que tener mi mente despejada para luchar por mi hija.

Salí de fiesta con Stella el fin de semana estaba algo tomada. Llevaba horas bailando con esa chica ¡Dios! ni borracha me provocaba algo, cualquier otra mujer en la fiesta llamaba más mi atención que esa australiana insistente, era la fantasía sexual para muchas y yo me preguntaba ¿Por qué? ¿Qué le veían? No sé porque salí con ella, bueno quien podía tener ojos para una Stella cuando has tenido una Alex Vause.

Mientras bailábamos crucé de pronto mi mirada hacia la barra y ahí estaba ella, sí Alex estaba ahí mirándome furiosa sabía perfectamente cuando estaba enojada, decidí provocarla más acercando mi cuerpo a Stella, le restregaba mi culo y observaba a mi ex sonriendo burlesca.

No había pasado ni 15 minutos cuando Alex caminaba esquivando personas hacia donde estábamos nosotras, estaba parada al lado nuestro con el ceño fruncido y mirando con odio a Stella.

— Lárgate, idiota ¿Qué haces aquí? déjame en paz con mi chica — le dije con odio — ¿Esta copia barata de Justin Bieber? ¿En serio, Piper? tan bajo has caído — me preguntó insolente Alex.

— ¡Hey que pasa contigo, Vause! aquí no eres mi jefa, hazle caso a Piper — se defendió.

— Oh, ya no seré tu jefa ni aquí ni en ningún lado porque en mi universidad no vuelves a entrar estúpida y apártate de mi mujer — le contestó de manera violenta.

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