SOME LIKE YOU

Capítulo 7: He encontrado a alguien como tú

POV: Piper Chapman

En la mañana pelee muy fuerte con Carol y Bill pretendían llevar a Taylor a clases de ballet porque mi pequeña ama el futbol, no iba a permitir que arruinaran la vida de mi hija por sus ridículos prejuicios, mientras discutíamos veía en la mirada de mi madre odio y desprecio, sé que ella no olvida aquel episodio de hace 13 años.

Necesitaba irme de la casa de mis padres necesitaba un hogar para mi familia, Larry no pretendía buscar trabajo así que lo hice yo, porque no regresaría a la universidad, no iba a caer en el absurdo jueguito de Alexandra, ella quería que fuera una más de sus perras como me lo dijo Janae.

Pasé todo el día en busca de un trabajo decente ¡pero mierda! que difícil se había vuelto hallar trabajo en New York, casi a punto de oscurecer mientras caminaba frustrada en el parque que estaba cerca de mi casa, me senté en una banca donde solía esperar que Alex saliera de su trabajo, estaba precisamente frente al restaurante en el que ella trabajaba, ahora era un lujoso lugar reconocido por tener los platillos más caros y excéntricos de la ciudad, ese sitio había cambiado tanto al igual que nuestras vidas, como extrañaba esos días, aquellos momentos de gloria donde solo era una muchacha enamorada sin preocuparme de la vida.

Flashback hace 13 años

Piper y Alex tenían cinco meses de relación, se las habían ingeniado por mantenerla en secreto, en el colegio se encontraban en la biblioteca, o conversaban un poco en algún receso, la chica de lentes prefiera no encontrarse seguido con su novia en el instituto ya que la rubia se juntaba con personas que no era de su agrado.

— Alex, ya son las 20:30 puedes irte por hoy — le dijo Paul a la joven que limpiaba una mesa — tu chica está en su banca leyendo desde hace más de una hora.

Alex dejó su delantal, tomó su bolso y salió corriendo a encontrarse con su rubia. Se quedó del otro lado de la calle sonriendo emocionada, veía tan hermosa a su Piper tranquila esperando por ella.

— ¡Pipes!

— ¡Mi amor!

—Te extrañé.

— Yo más ¿quieres ir por un helado?

— No abuela Jane y yo hemos preparado algo especial para ti, solo te esperaba para que fuéramos juntas a casa — Piper la tomó de la mano sin importarle las vistas impertinentes.

Llegaron al apartamento de Alex, y ella se quedó boquiabierta al ver cantidad de postres sobre el comedor.

 —¿Pipes, abuela, ustedes han...? — preguntó sorprendida.

— ¡Ah, no cariño! no son todos para ti, Piper me ha ayudado a preparar unos pedidos, ¿puedes creer que me abrió negocio con las amigas de su mamá? — expresó dulcemente la abuela de Alex.

— ¿En serio hiciste eso, Piper? — preguntó un poco apenada Alex.

— Claro, sabes que adoro preparar postres con abuela y quería ayudarlas — dijo sonriente Piper.

La señora Jane se fue a la cocina a preparar té, para que disgustaran el postro de Alex, la joven un poco cohibida caminó a su habitación, Piper la siguió pues no comprendía su comportamiento, cerró la puerta para no ser sorprendida por la abuela.

—¿Cariño, que pasa? — preguntó triste Piper sentándose al lado de ella en la cama.

— Siento feo que sientas lastima por mí y por mi abuela — susurró con los dientes apretados Alex.

— ¡No siento lastima, Al! para nada, es solo que yo quería ayudar, no creí que te molestara, yo hice brownie para ti porque eres especial y quería darte un detalle, y que te quedé claro ¡jamás sentiré lastima, ni me avergonzaré de ti!