VOP: Piper Chapman
— ¡Al, amor levántate ya es tarde! quiero verte antes de irme recuerda que hoy regreso muy tarde haré el turno de una compañera en el restaurante — preparaba el desayuno mientras mi amada continuaba durmiendo desnuda con sus hermosos cabellos negros regados en la sabana.
Habíamos tenido una larga noche de faena sexual, era tan divino vivir con mi mujer y hacerla mía cuando quería y a la hora que quisiera. Debo admitir que a veces las cosas no eran fáciles ella siempre decía que era una alma libre, pero pienso que se tomaba esa filosofía muy en serio, siempre conseguía dinero sin trabajar, se la pasaba leyendo en el sofá todo el día o salía al restaurante a tomar con Lolly o iba de fiesta de vez en cuando con Nicky, lo último que deseaba es que ella se convirtiera en otro Larry.
Ese día se cumplía exactamente un mes desde que vivía con Alex, un mes sin mi pequeña, había bajado de peso y aceptaba siempre hacer horas extras en el restaurante para obtener más dinero, la batalla legal por Taylor y mi divorcio se estaban ejecutando a la vez. Alexandra accedió a ayudarme y su abogado se estaba encargado del caso, pero igual había muchos gastos legales que debía solventar.
Esas semanas habían sido muy difíciles por un lado estaba viviendo un cuento de hadas con Alex, nos amamos tanto, somos tan felices juntas, pero habían noches en las que despertaba llorando luego de tener pesadillas donde me quitaban para siempre a mi hija.
— ¡Buenos días, Pipes! — mi novia me abrazó por atrás y me deposito un dulce beso en el cuello.
— Buenos días, cariño, ¿qué harás hoy? — pregunté dándome la vuelta para besar sus labios y tocar un sexy anatomía desnuda que estaba invadiendo mi espacio personal.
— Quedarme a esperar que regreses.
— Al, te dije que hoy regreso muy tarde del restaurante.
— En ese caso iré a esperarte, no quiero que regreses sola.
— Mañana es la primera audiencia por la custodia de Tay.
— Lo sé mi vida, y no te dejaré, estaré contigo.
Llegué a mi trabajo el día transcurría normal luego de tres cátedras seguidas fui a la sala de maestros a estudiar mi testimonio que daría en la audiencia, Stella llegó hasta donde estaba con un café ella siempre era amable conmigo, seguro percibió mi rostro lleno de preocupación y me dio un cálido abrazo y acariciaba con su mano mi espalda, en realidad necesitaba tanto ese abrazo, mi compañera llegó en el momento preciso, mientras estaba en los brazos de Stella mi teléfono empezó a sonar miré la pantalla y vi que era Alexandra y me solté para contestar.
— ¿Por qué dejas que esa mujer te abrace así, Piper? No tiene derecho, ¿Por qué lo permites? — me quedé sin poder gesticular palabras al escuchar el tono autoritario en el que me hablaba mi jefa, ¡Dios ella me espiaba por las cámaras! esa mujer definitivamente tiene un desorden.
— Alexandra, ehhh yo, ella es mi amiga.
— Claro que no lo es, Piper ella es la que inventa rumores de mí, que yo me cojo a miles de mujeres, inventa historias de mí para llamar la atención, no te quiero volver a ver cerca de esa versión barata de Justin Bieber o tendré que despedirla.
¿Qué era Alexandra mía? Hablábamos a diario, nos habíamos besado dos veces y era mi fantasía sexual, pero me gritó muy furiosa y me amenazó por lo de Stella, y verificando las fechas tenía nada más dos meses para pensar en su propuesta. — mi adorado misterio me volverás loca igual que tú — me dije a mí misma.
Antes de ir al restaurante Alex me llamó para insistir acompañarme caminando hasta mi otro trabajo, quería que pasáramos por nuestro parque donde nos veíamos a diario cuando éramos adolescentes.
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SOME LIKE YOU
FanfictionAlex Vause en su adolescencia vive una intensa historia de amor con la mujer de su vida Piper Chapman. Lamentablemente las separan, pero antes le promete ser feliz y encontrar a alguien como ella. ¿Podrá Piper cumplir su promesa al perder la cabeza...