SOME LIKE YOU

Capítulo 3: Alguien como tú

POV: Alex Vause

Me desperté a media noche y corrí a darme un baño de agua fría, otra vez soñando con la primera vez que le hice el amor a Piper, no puedo seguirme torturando pensando en ella cuando ya no está, mi amada rubia, 13 años después sigue causándome la misma sensación de cuando era una adolescente.

Pero recordar mi primera vez con mi querida novia de juventud también era recordar todas las adversidades que vinieron después de ese primer encuentro tan especial, tan divino, tan pulcro, tan inocente.

Flashback

Regresamos al día siguiente de la playa, Nicky decidió ir a dejar primero a la chicas a su casa, Lorna y Piper vivían juntas desde bebés, cuando la mamá de mi amiga murió el padre dijo que lo mejor era dejarla a cargo de su tía Carol que la crio como una hija más, y se le hizo fácil ya que tenían la misma edad que mi novia.

Al llegar a la mansión de los Chapman nos llevamos el susto de nuestras vidas, en el hogar de mi novia, la madre de Nicky, mi pobre abuela y los papás de Pipes estaban furiosos, Lorna y Piper fueron enviadas a sus respectivas habitaciones y mi abuela me tomó del brazo se disculpó con mis suegros mientras mi amiga peleaba con su madre para irse.

Al llegar a nuestro apartamento, mi abuela Jane me regañó muy fuerte como pocas veces lo hacía, me pidió rigurosamente que por favor dejara de juntarme con la hija de los Chapman que ella pertenecía a otro mundo, me reprendía con todo el dolor de su alma, pues mi novia y mis amigas llegaban muy seguido a mi casa, adoraban los postres de mi abuela.

Ese día me atreví por primera vez confesar ante alguien que no fueran mis amiga mi amor por Piper, y no era a cualquier persona era a una de las mujeres más especiales de mi vida. Abuela al principio se puso triste allá por 2004 la homosexualidad era un tema tabú bastante polémico, ella creía que iba a ser discriminada y hasta me podían matar por odio, le dejé claro que manteníamos nuestras relación secreta y eso la tranquilizó un poco, abuela aprobó mi relación con mi rubia.

Piper y Lorna pasaron castigadas algunos días, pero solo les fue levantado el castigo y volvimos a nuestras aventuras irresponsables, me esperaban que saliera de mi trabajo y entrabamos con identificaciones falsas a las discotecas, vivíamos al máximo nuestras vidas, huidas de casa, alcohol, fiestas, nuestro loco amor adolescente era todo tan perfecto y no nos dábamos cuentas.

Recuerdo aquel día cuando estaba conversando placenteramente con Piper fuera del colegio mientras esperábamos que llegara su mamá por ella, no nos dimos cuentas por estar pendientes de las tonterías que hablábamos cuando su madre de pronto le gritó, corrió a ella y habló unos segundos con Carol mientras me observaban, me ruboricé ante sus miradas, minutos después mi rubia regresaba hacia mí con una contagiosa sonrisa.

— Al, mi madre quiere que vayas a almorzar a casa — soltó emocionada mi novia.

— Pipes... yo...

— Nada, Alex vamos mi madre nos espera.

Han pasado más de 10 años y sigo sin entender el porqué de pronto la señora Chapman quiso establecer una relación conmigo o más bien porqué quiso que Piper y yo nos relacionáramos.

— Alex, estás en tu casa suban al cuarto de Piper un rato mientras esta el almuerzo — me dijo amablemente Carol.

Aquello era maravilloso corrimos a la habitación de mi novia y nos lanzamos sobre su cama a besarnos intensamente a esa edad cuando las hormonas están a flor de piel con un simple roce sentíamos que íbamos a explotar, no nos quisimos arriesgar demasiado por ser la primera vez, para suerte de ambas, ya que Carol minutos después entró para avisar que la comida estaba lista.