POV: Alex Vause
Alexandra Prepon si esa soy yo. Asumí esa identidad desde aquel día cuando sorpresivamente un abogado llegó a buscarme Filadelfia, donde estaba viviendo momentáneamente junto a Red la mujer que me acogió a los 18 años cuando me fui de New York, con ella recorrí casi todo el país trabajando de ayudante de cocina. Aquel día abrí la puerta y el hombre frente a mi soltó de una vez.
- ¿Es usted la señorita Alex Vause? - solo asentí con la cabeza - Su padre Lee Prepon dueño de una cadena de universidades alrededor del mundo ha fallecido, y le ha dejado todo a usted su única hija, debe asumir su bienes en un mes, y en paralelo tiene que terminar una carrera universitaria para administrar su imperio, así lo pidió su padre - si así sin parar lo explicó ese hombre.
Aquel día me desmayé, no sabía quién demonios había puesto la espermatozoide en mi concepción y de pronto me dicen que está muerto y ¿que soy millonaria? Por varias semanas pensé que nada más se trataba de ficción, leo demasiadas tonterías por mi amor a los libros, pero fue real, con el apoyo de Red que jamás me abandonó y sus habilidades para los negocios empecé a estudiar finanzas, Fahri ese buen abogado me apoyó y asumió mi imperio hasta que tuve la suficiente experiencia para estar al frente de lo que me había dejado Lee.
Pero ¿de donde salió Alexandra Prepon? Bueno en mi adolescencia fui marcada y humillada por ser pobre, y siempre odié cuando en el colegio las personas se acercaban a Nicky por su dinero y no porque les cayera bien, quería dar una lección de vida a todos los que una vez me humillaron y quería seguir siendo la humilde chica que siempre fui, teniendo otro nombre jamás nadie a excepción de las pocas personas que me apoyaron sabría quién soy y lo que tengo.
Red llevaba ya dos años a cargo de la sede central de mis universidades que estaba en New York, mi vieja amiga que más bien fue como una madre, ya estaba cansada de tanta presión y me pidió encarecidamente tomar las riendas de mi vida y de mis bienes, una de las razones por las que fui obligada a regresar.
En los últimos años me la pasé en Europa haciéndome cargo de algunas universidades, pero la mayoría del tiempo estaba de fiesta en fiesta, de mujer en mujer, viviendo en los excesos que alguna vez odié, ironías de la vida.
Llegué en mi helicóptero privado a la azotea de la universidad, vestida impecablemente con un fino saco negro, tacones de ajuga y maquillaje perfecto, con mis guardaespaldas tras de mí entré y como le había pedido a Red estaba cerrado el pasillo por donde yo pasaría, e ingresé a la enorme y elegante oficina reservada para mí.
- ¡Vause, al fin estas aquí! - me saludó con un abrazo Red.
- Te extrañé, Red, luego tendremos tiempo de ponernos al día, ahora a lo que vinimos, asumiré mi puesto pero no quiero ser vista por ningún empleado, por nadie de esta universidad que no seas tú, por ese pasillo ya nadie podrá pasar. Solo avisa que la dueña, Alexandra Prepon está aquí para quedarse - dije firmemente sentada en mi trono.
- Como quieras, Alex ya tienes 30 años y eres lo suficientemente madura saber lo que haces. Así que empieza por analizar las hojas de vida de los postulantes a maestros. - Red como buena rusa, tan fría e imponente dejó en mi escritorio una pila de papeles y se perdió en los pasillos.
Leía atentamente cada papel frente a mí, pocos me cautivaban todos eran iguales, "dispuestos a hacer lo que el jefe quiera" necesitaba en mi universidad a personas creativas que se atrevieran a desafiarme a sugerir ideas cambios.
Mi rostro se iluminó cuando llegué a un currículo que jamás pensé tener en mis manos, leí en voz alta aquel nombre que estaba a diario en mi cabeza.
- Piper Elizabeth Chapman, 29 años, Licenciada en Relaciones Publicas. - sostuve unos minutos su hoja de vida, sonreí emocionada y llamé de inmediato Red tenía una idea maravillosa.
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SOME LIKE YOU
FanfictionAlex Vause en su adolescencia vive una intensa historia de amor con la mujer de su vida Piper Chapman. Lamentablemente las separan, pero antes le promete ser feliz y encontrar a alguien como ella. ¿Podrá Piper cumplir su promesa al perder la cabeza...