SOME LIKE YOU

Capítulo 19: Sí

POV: Piper Chapman

Stella se había alejado de mí, perdió su trabajo, las amenazas de Alex resultaron ser ciertas, que infantil y poco profesional era, ¿Cómo podía mezclar problemas emocionales con los laborales?

Debo admitir que a pesar de mi dolor una parte de mí se siente orgullosa de ella, tal vez no de la manera correcta pero había alcanzado la cima del mundo, siempre la visualicé ahí y llegó, era maravilloso saber que su vida cambio para bien a pesar de que ya no está conmigo.

Estaba tomando un Martini en un club mientras esperaba por Nicky y Lorna, aguardaba en la mesa que ellas habían reservado estaba un poco aburrida ya estaban retrasadas no sé qué les había pasado, me dijeron que me vistiera como si me fuera a encontrar con mi peor enemiga, eso significaba ponerme bella y así lo hice me puse un vestido azul eléctrico corto, ceñido a mi cuerpo, tacones y maquillaje que resaltaba el intenso color de mis ojos azules.

— Hola, Pipes — regresé el trago de Martini que me estaba llevando a la boca — ¿Qué son esos modales, Chapman? — protestó con vos firme.

— ¡Lárgate! — escupí con los dientes apretados.

— Piper — me miró con sus lindos ojos brillantes — no sabes lo increíble que es volver a verte de la forma en que siempre te he visto, sin sentirme como una pervertida de mierda.

— ¿De qué hablas?

— Soy feliz, descubrí que soy feliz con el simple hecho de saber que existes — Alex hablaba como si fuera otra persona ella no era así.

Pidió un trago y empezó a beberlo mientras continuaba su discurso al que escuchaba desinteresadamente con los brazos cruzados y revirando los ojos.

— ¡Qué bien que encuentres tu felicidad! señorita Prepon.

— No me llames así, sabes que soy simplemente Alex, quiero explicarte las razones por las que decidí ser Alexandra.

— Te escucho — me limité a decir.

— No quería que la gente se me acercara hipócritamente porque soy millonaria por eso usé un seudónimo, cuando regresaste a New York estabas enojada conmigo porque no te dejaba en paz enviándote regalos a tu casa y un día llegó de casualidad tu hoja de vida y decidí que tal vez de esa forma te podías acercar a mí, después... — se detuvo para componer sus lentes y cabello — no supe cómo salir, no quería herirte, sabía que habías creado un vínculo con ella, planeaba decir que Alexandra se había ido lejos pero... no pude porque ellos lo arruinaron.

— Nadie más que tú lo arruinó todo, tuviste muchas oportunidades de decir la verdad y no lo hiciste, ¡duele, Alex! saber que lo que más amas te ha visto la cara yo hubiese comprendido, pero no confiaste en mí, me engañaste, creía que te faltaba el respeto por lo que sentía por Alexandra. Podía entender el engaño de cualquier otra persona pero no el tuyo...

— Pipes, empecemos de cero ¿Qué dices?

— Las cosas no son así de fáciles.

Ella se levantó de su silla y no podía creer lo que iba a hacer.

— Hey chicas ustedes las de la mesa del lado, quieren acompañarnos, disculpen sé que esto es loco, pero amo a esta mujer y quiero pedir su opinión para algo...

Eran una morena de unos treinta y algo muy guapa de esas mujeres que cualquiera ve y se queda sin aliento, la otra chica era más joven de unos 23 era rubia de cuerpo atlético con cara de niña de mamá sin duda eran pareja, pues desde que llegué no dejaban de hacerse cariños, se veían adorables, pero me daba nostalgia verlas.