STRAWBERRY FRAPPUCCINO ━ HYUNMIN

¡ diecisiete !

El lunes, Changbin dejó que su hermanito falte al colegio, dado que sabía de su tediosa falta de sueño. Seungmin acompañó al mayor hacia su auto cuando este debía irse a la universidad, y lo despidió con un dulce "¡Estudiá mucho, Binnie!". 

Pasó la mitad del día solo, ordenando y limpiando la casa mientras escuchaba música; Felix le había avisado que iría a visitarlo para llevarle lo que hicieron durante el día. 

Lee llegó pocas horas después, entrando a la velocidad luz mientras buscaba algo en su mochila, y apenas deteniéndose a saludar a su amigo.

—Te traje todo lo que hicimos. No son muchas cosas, por suerte. Pero se están acercando los exámenes y no es bueno que te atrases —rió a la vez que sacaba las carpetas—. Igual no tengo idea de cuando hay exámenes. ¡Ah! Y también esto, estaba sobre tu banco; Jisung no me dejó tomarlo. 

Un pequeño vasito lleno de frappuccino de frutilla hizo que los ojitos de Seungmin brillaran, junto con una cajita azul adornada con un moño rosado. Sin embargo, el pensamiento de como hizo su torpe mejor amigo para no volcar el contenido dentro de su mochila nubló sus pensamientos.

—No se me volcó en ningún momento, no te preocupes —advirtió cuando Kim tomó el frappuccino. 

Sobre la caja había una nota prolijamente escrita: "Para Minnie, Minnie, Seungminnie. Deberías dormirte más temprano, pequeñín. Es malo para tu salud dormir poquito. Te quiero <3"

Mentiría si Seungmin dijese que no le temblaban las manos, o que sus mejillas no estaban rojas, o que por un momento no se inquietó porque la persona que le dejaba aquellos pequeños y dulces regalos sabía que dormía poco. Dentro de la caja, había varias galletitas y otra nota: "Son de frutilla, las hice yo :D. A mi abuela le encantan, seguramente también van a gustarte. P.d: el relleno es de frambuesa. P.d2: sos muy bonito, Minnie."

Felix rió y acarició la cabeza contraria.

Comenzó a dictarle, luego de un rato, lo que debía copiar pero lo hacía tan rápido que Seungmin prefirió hacerlo él solo mientras Lee hablaba sobre lo que había pasado en el día. 

—Y mientras que estábamos en el recreo con unos chicos de otros cursos, que, posta son re copados, Jisung empezó a correr y se tropezó—reía a carcajadas, mientras el menor apenas le seguía la charla, se le dificultaba entender que quería decir si usaba una jerga que no conocía en absoluto. 

—Dios mío, Lix...

El menor susurró luego de un rato, mientras miraba la hoja de carpeta de Felix y al dueño de esta. Los márgenes estaban pintados con corazones, caritas felices, muñecos de palito agarrados de las manos, y flores, acompañados con varias palabras escritas: "Jisung te amo xd", "Hannie tu patrón, bebé ;)" y algunos "Jilix 4ever".

—¿Qué? —Suingmin levantó la hoja y el otro suspiró— Sólo es mi amigo, Minnie. Vos sabés muy bien que a mi me gusta Rin.

—¿Y Jisung sabe que a vos te gusta ella? No, no. ¿Vos sabés que ella tiene novio, y que nunca te pasó, ni te va a pasar ni la hora?

—Solo... dejalo ahí, Seungmin.

—Quizás deberías hablar con él sobre tus sentimientos.

—¡Que lo dejes, Seungmin!

La voz fuerte y grave de Felix hizo que Kim pegara un saltito en el lugar y bajase la vista, mirando fijamente como sus manos jugaban de forma inquieta con su lapicera. Sentía los ojos de Lee clavados en él y eso lo ponía más nervioso aún. 

—Perdón, Felix —habló bajito, sin levantar la cabeza—. No quería molestarte. Perdón por hacerte perder el tiempo acá conmigo.

Los ojitos marrones de Seungmin se llenaron de pequeñas lágrimas que intentó, sin éxito, retener. Aquellas gotitas saladas caían velózmente por sus mejillas.

—Oh, oh, Seungminnie —Lee se acercó a su amigo—. Perdón, no quería decirlo así... De verdad, perdón. 

Felix intentó abrazar al menor, pero este se negó. Terminó de copiar las cosas lo más rápido que pudo, ignorando las disculpas del mayor. Luego de quince minutos, se levantó y comenzó a guardar las cosas del australiano en su mochila.

—¿Te gusta Jisung? 

—Es mi amigo...

—¿Pero te gusta, Lix? —Seungmin le entregó la mochila, Felix miró el piso— Bien... Cuando lo sepas podés avisarme, si querés. Perdón por todo. Adiós.

Lee suspiró y dejó la casa de su mejor amigo. Mientras, Seungmin se sentó en el sillón, decidido a esperar que Changbin llegase y le dejase esconder el propio rostro en su pecho, mientras acariciaba su espalda y le decía que no había sido su culpa que Felix se molestase un poco con él.