STRAWBERRY FRAPPUCCINO ━ HYUNMIN

¡ dieciocho !

A Changbin le resultó extraño ver como el mejor amigo de su pequeño hermano se iba caminando cabizbajo, con sus manos en los bolsillos de su pantalón. Felix solía ser una personita llena de luz y era casi imposible verlo triste o enojado; por lo que verlo en ese estado, no era  buena señal. 

Entró a su casa y Seungmin estaba tirado en el sillón, como solía hacerlo la mayoría de las tardes, con la vista inmersa en el celular. Apenas había notado que su hermano había llegado y saludado. 

—Buenas tardes, Binnie.

—¿Qué pasó, Seung? ¿Por qué Felix se fue así? ¿Se pelearon?   

—Algo así.

—¿Vas a contarme?

—No —levantó cansadamente los ojos del celular y dejó de mover los dedos.

—¿Por qué no, Kim Seugmin?

—Porque no quiero, Seo Changbin.

El menor se levantó molesto a la vez que Changbin subía las escaleras.

—¿Qué hacés tan importante?

—Estoy hablando con... Hyunjin; armamos un plan.

—¿Ahora que lo tenés a él te olvidás de mí? Sólo quiero saber que pasó —estaba molesto, demasiado, y aunque sabía que era algo estúpido, no podía evitarlo; Seungmin nunca se comportaba de esa manera. 

—¡Felix se enojó porque yo lo molesté! —gritó molesto el castaño.

—¡No me grites! 

Rara vez ellos dos peleaban, y menos al nivel de gritarse y cada uno irse por un lado. Mientras que Changbin se encerró en su habitación, Seungmin revoleó el celular sobre el sillón y se fue a la cocina en busca de algo de comer; aún molesto con su hermano por haberle hecho hablar aunque él no quería.

Sin embargo, aquél enojo le duró poco, y ahora, se sentía profundamente triste por la forma en la que había tratado a Changbin. 

En ese momento, una idea cruzó su cabeza; le cocinaría unos panquecitos para arreglar las cosas con su adorado hermano. Tomó su celular, los auriculares, las llaves de su casa, y se fue.