En el frío Invierno ACTUALIZACIONES LENTAS

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Londres.

Semana siguiente.

Salgo de la tienda mientras respiro fuertemente, no sé como voy a esperar tantas horas sin saber nada de la puta reunión esa. Además de que no encuentro el local que me dijo O'Conell, que estaba de nuestro lado. Por lo que recuerdo es una tetería o mierdas así.

Miro a un hombre que es sacado de una taberna, medio borracho, por dos ¿judíos?

Uno de ellos se me queda mirando fijamente, acción por la que sigo caminando calle abajo.

Por suerte encuentro la puta tetería escondida al final de la calle. Por los cristales veo que está completamente vacía, a excepción del camarero.

Empujo la puerta, haciendo que la campanita, que avisa si se abre la puerta, suene.

-Buenos días -el hombre no levanta la vista del periódico-.

-Buenos días -cuando escucha mi voz, cierra rápidamente el periódico y me mira con una sonrisa-.

-¿Whisky? -asiento mientras me quito el abrigo-.

En ese momento veo que los judíos que me han seguido hasta aquí, se alejan rápidamente.

-¿Cómo es esto de que hay judíos en Londres?

-Sí, están en Camden Town. Ofrecen protección a los bares y destilan alcohol para llevarlo a Estados Unidos.

-¿Has tenido algún problema con ellos?

-No se han acercado tanto a la tienda hasta hoy.

Asiento mientras bebo el Whisky que me ha servido. 

-¿Es tranquilo esto? 

-Sí, tengo clientas fijas y ellas son el único revuelo que tengo.

-Perfecto... -sonrío mientras pienso en el próximo movimiento- ¿Qué te parece abrir una tetería en Small Heath?

-¿Qué planeas?

-Eso déjamelo a mi.

Varias horas después. 

Miro fijamente a O'Conell mientras este fuma un cigarro tranquilamente.

-Me esta hartando tu puta pasividad ¡Dime algo de esa puta reunión!

-Se trató el tema de los dos que mató Shelby; -le miro fijamente- y tranquila que les he dicho cada palabras que tú me has mandado repetir hasta la saciedad.

-¿Y se lo han creído? 

-La mayoría sí, pero su facción no mucho sabes... Pero la mala noticia viene ahora... Dentro de medio año TODA nuestra sección va a tener que ir a combatir -el terror me recorre de la cabeza a los pies, haciendo que no puede evitar ponerme a llorar-.

-Tranquila en medio año se pueden solucionar las cosas -me abraza con fuerza mientras lloro desconsoladamente-.

Birmingham Small Heaht

Me dejo caer en la cama mientras miro a Arthur con una sonrisa:

-Estoy super cansada del viaje ¿Vienes a dormir? -le pongo un puchero, haciendo que este se ría-.

-¿Eres una puta niña pequeña o qué?

-¿Y tú estas hasta arriba de cocaína o no pillas las putas indirectas? -salgo de su habitación encontrándome a Thomas-.

-Invito yo a las cervezas -sonrío mientras coloco el abrigo y le sigo-.

Entramos en el Garrison mientras miro a Henry con unas sonrisa, este cuando nos ve entrar asiente mientras entramos al "reservado", me siento justamente enfrente de Tommy:

-¿Qué me puedes contar de la reunión en Londres? -me pasa un cigarrillo previamente encendido-.

-Gracias. Por lo que me ha dicho O'Conell se tocó el tema de los misteriosos desaparecimientos de esas putas perras. La mayoría creyeron mi versión, es decir, que no los hemos visto en Birmigham, pero sí en Londres bien acompañados, por varios italianos.

-Perfecto... -Henry por el pequeño ventanal nos pasa un caldero con dos jarras de cerveza- ¿Y cómo empezaste en todo esto del IRA?

-Cuando era pequeña vi como le pegaban un tiro en el bosque a un hombre irlandés por las pintas que traía. Días después cerca del sitio me encontré a O'Conell, mucho más joven todo hay que decirlo, buscando al muerto. Se lo dije y así es como tuve el primer contacto. -inhalo el humo del cigarrillo, lentamente- El segundo contacto fue hace tres o cuatro años, tendría yo unos dieciocho recién cumplidos. Digamos que por fin nos conocimos plenamente, un encargo llevó al otro y poco a poco pasé a ser de su confianza.

¿Que tipo de encargos? -veo como expulsa el humo lentamente por sus labios rosados, mientras que sus ojos azules me miran fijamente-.

-Espía a este, esconde esto, guárdame estas armas... Cosas un tanto ilegales...

-¿Matar? -niego con la cabeza mientras sonrío-.

-No lo hice hasta que estuve completamente integrada en la organización... Además nosotros supuestamente somos los que conseguimos información y se la pasamos a ellos. Alguna que otra vez matamos, pero para eso ya están, supuestamente otros.