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Minutos después.

Cuando llegamos al desguace del tío Charlie, me sorprendo al ver una mesa con un mantel de cuadros blancos y rojos, Y que sobre él tiene un par de velas encendidas, un ramo de flores y dos platos.

Miro a Arthur sorprendida y este solo me responde con una sonrisa:

-Pensé que solo íbamos a a beber. Arthur... -me colocó delante de él mientras me mira fijamente- ¿Es una cita?

-Puedes llamar a este momento como quieras...

Camino lentamente hacia la mesa y con cuidado me siento esperando a ver cómo reacciona Arthur. Para mi sorpresa enciende el fonógrafo que reproduce una música lenta y agradable.

Con cuidado coge el ramo de flores y me lo da con una sonrisa.

-De verdad... No hace falta que hayas hecho esto.

Veo como un hombre alto y rubio se acerca con una sonrisa. Por su expresión facial parece que tiene algún problema psíquico o algo por el estilo:

-Gracias, Curly -Arthur coloca los muslos de pollo en nuestros platos mientras Curly me mira con una sonrisa-. 

-Eres una señorita bonita -le sonrío amablemente-.

-Muchas gracias Curly.

Arthur le mira mal y este se aleja sonriendo mientras yo niego la cabeza divertida.

Miro a Arthur que me sirve un poco de Whisky en mi vaso y luego al suyo, para, acto seguido brindar.

-Por nosotros -dice mientras yo asiento-.

-Por nuestra cita -río mientras brindamos-.

Empezamos a comer en silencio cuando se me ocurre como romper el hielo:

-Me encanta esto -puedo ver que está algo nervioso pero se le pasa cuando bebe el primer trago del Whisky-.

-No sabes lo que me llevó prepararlo y de convencer a Curly de que fuese un secreto.

-Curly es muy mono ¿Qué es tuyo?

-Creo que algo así como primo.

-Me gustaría tener alguien tan fiel como creo que es Curly con vosotros.

-¿Tus amigos irlandeses no lo son? El otro día sí que lo parecían. 

-Sí que lo son Arthur pero... es en otro sentido, quiero decir son mis amigos pero... No sé cómo explicarlo.

-Tranquila, entiendo que a veces las amistades que tienes son difícil de explicar.

Minutos después

-Ven, vamos a bailar -me extiende la mano yo la acepto al temerosa-.

-Esto de bailar no es mi fuerte... -coloco con cuidado mi mano en su hombro-.

-Tranquila siempre hay momento para practicar... -sus ojos me miran fijamente y en su boca tiene una sonrisa-.

-Tienes unos ojos muy bonitos -me sonrojo un poco al darme cuenta de que lo dije en voz alta-.

-Gracias -apoyo mi cabeza en su hombro mientras bailamos-.

Después de varios minutos bailando Arthur estampa un beso tímido cerca de la comisura de mis labios.

Le sonrío mientras me acerco lentamente y le beso lentamente en la boca. Pone sus manos a los lados de mi cara aumentando la intensidad del beso.

Retrocedo lentamente  hasta tocar la mesa:

-Arthur... -Gimo mientras baja lentamente sus besos hacia mi cuello-.

-Ya ya... -se aleja de mi para tirar todo lo que hay la mesa al suelo-.

Pone sus manos en mis muslos alzándome y posándome sobre la mesa. 

Prosigue con sus besos en el cuello mientras yo le quito la chaqueta. Con cuidado le empiezo a desabrochar los botones de su camisa cuando él se la arranca de forma sexy.

Le miro con una sonrisa mientras desabrocho mi camisa. Observo cómo mira mis manos atentamente mientas me desvisto:

-¿Quieres hacerlo tú?

-Joder que si quiero...

Baja lentamente la cremallera de mi pantalón para después bajarlo junto a mis bragas lentamente.

-Joder... Joder... -me tumbo sobre la mesa mientras él se pone de cuclillas para lamerme-.  

Gimo mientras siento su lengua explorar cada rincón de mi sexo. Llevo mis manos lentamente hacia su cabello, enredo, en su pelo, mis dedos para acercarlo más a mí.

Se levanta y, con fuerza, me arrastra hacia él para penetrarme lentamente.

Se tumba para besarme apasionadamente mientras sus caderas chocan con las mías rítmicamente.

Sus estocadas aumentan cada vez más el ritmo mientras los dos gemimos entre besos, para minutos después corrernos.

-Arthur... -jadeo mientras le miro con una sonrisa- La próxima vez en una cama...

Él solo se ríe mientras me ayuda a a levantarme.

-Por supuesto ¿Dónde cojones te vas a quedar?

-Los chicos conocen un hombre que alquila piso. Ya lo tienen alquiado desde hace unas semanas, por lo que no habrá problemas.

-¿Y por qué no te quedas conmigo?

La pregunta me deja confundida ¿No pretendía tener sexo desde un principio?

En el frío Invierno ACTUALIZACIONES LENTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora