Capítulo 31

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—¿Que demonios acaba de ocurrir? —preguntó Matt al momento de pasar por la puerta de la casa.

Ninguno de nosotros respondió, todos aun estábamos sorprendidos.

—¿Sabes que eso significará lidiar con tu maldito ex? —asentí aún sin comprender la situación.

Wes estaba aquí, lo se pero, ¿por que? Dudo que sea por lo que le hice a Chris. ¿Que busca Wes?

—No tiene sentido que esté aquí, nunca le gusto el lugar, Detroit era un lugar algo peligroso para el, mucha muerte y muchas drogas.

—Pues él es un muñequito —agregó Tyson, y no lo negué, lo era.

—Debe de tener un plan, y espero que no me involucre a mi —sobe mi sien con dolor —. Suficiente tengo con los hombres de ahora.

—¿Hombres? —preguntó Matt.

Ignore su pregunta y me dirigí a Tyson.

—Tengo a tu amigo en casa de Steve, no se que te gustaría hacer con el.

El asintió, cuando recién había ido a buscar a Tyson él me había dicho que hiciera algo por él y me dijo que encerrara a un tal Drake. Lo hice y no se que planea hacer con el.

—¿Jade? —me llamo Emily.

—Dime.

—¿Me acompañas mañana? —sabía a que se refería, terminaría con él y yo estaba feliz por ella.

—Claro, cariño.

—¿Que harán? —nos preguntó Matt —Jade, ¿sabes que en aquella carrera él te dejó ganar?

No lo había pensado, Wes era muy bueno y siempre perdía contra él por escasos segundos pero siempre era lo mismo. Allí fue cuando entendí que a él nunca le ganaría y esta noche gane, obviamente me dejo ganar y prácticamente me regalo su auto, pero yo se los regale a los gemelos.

Me encogí de hombres y yo solo subí a mi habitación junto con Emily a mis espaldas.

Las dos nos duchamos para dormir, y después de un rato caímos rendidas en mi cama.

👑👑👑

La alarma de Emily me despertó, no me quede y tampoco volví a dormir como haría normalmente, en lugar de eso fui a la cocina y me preparé un té, me duché en la habitación de invitados ya que Emily ocupaba el mío. Los chicos al igual que nosotras estaban despiertos, ellos irían a la preparatoria y yo los llevaría en mi auto, hoy pasaría la mayor parte del día con Steve y trabajaría.

Al estar todos listos lleve a los chicos a la preparatoria y yo seguí hasta casa de Steve, él ya me esperaba en su despacho.

—Hola —salude al pasar por la puerta.

Steve subió la mirada e hizo como si me ignorara pero no lo hizo por que después respondió a mi saludo.

—Hoy tendremos otro cargamento nuevo —escuché que hablo con la voz ligeramente ronca, él aún se estaba despertando.

—¿Drogas? —pregunte.

—Armas.

Asentí entendiendo todo, el cargamento de drogas había llegado hace sólo dos semanas, aún cuando Darrick seguía aquí, hace tan solo unos días él ya había regresado a California dejándome el trabajo a mi.

—¿Cuando y en donde?

—En tres horas llegarán en una avioneta, será algo rápido por que se maneja por aire.

Secretos no tan secretos © [𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora