Baje por los escaleras hasta llegar a la primera planta, donde ahora se encontraba solo Thomas. Tendríamos nuestra segunda cita, estoy amando tener citas en ocasiones.
Él me esperaba en el último escalón, me acerque a él en paso paso lento. Este me veía con una sonrisa, amaba cuando me veía así. Esta no era una simple sonrisa, con ella expresaba todo, su sonrisa brillaba y qué decir de sus ojos hermosos. ¡Maldita sea, me estoy enamorando de nuevo!
—Estas hermosa —me alago, pasó su mano por la parte baje de mi espalda después de que me abrazara.
—Y tú estás muy guapo —El vestía de un esmoquin negro, demasiado básico pero tenía tu toque al no tener corbata ni moño, en cambio tenía dos botones desechos en la parte de arriba dando el aspecto despreocupado pero elegante. No hay una solo cosa que se mire mal con el, si se pone un tutu él seguiría igual de bello.
Él me tendió su mano e hizo que la entrelazara con la mía, después me llevo a la cochera y me subió a él Roll Royce blanco, también hizo que un auto de seguridad nos acompañaran en el camino y lo que creo será el resto del día.
Si bien hace días yo estaba molesta con el, lo arregle tan pronto como pude. Él había notado que están distante y me preguntó lo que me ocurrió y le dije todo, no tenía sentido que yo me molestara por algo así cuando como novio él se preocupa por mi y como mi trabajador él tiene que darle informes como esos a Darrick.
Thomas aparcó en el restaurante italiano en donde había traído a Emily en su cumpleaños, donde odié al mesero. Baje del auto y baje el corte de mi vestido ceñido a mi cuerpo, el color rojo de él me hacía que mi tono de piel brillase. Thomas se acercó a mi y pasó su mano por mi espalda hasta que nos adentramos al restaurante, un señor nos llevo hasta nuestra mesa y poco después llego un mesero con el menú.
—¿Que pedirás?
—No lo se, ¿puedes pedir por mi? —le pregunte a Thomas, él asintió y siguió mirando el menú.
Por mi cabeza pasó una travesura y sonríe como idiota pero Thomas no me miro. Por debajo de la mesa acerque mi pie a su pierna y la acerque a su entrepierna, Thomas levantó la mirada y me embozó una sonrisa. Esa maldita sonrisa que hace mojar mis bragas, estoy a punto de preguntarle a un mesero donde está el puyo baño para meterme con Thomas allí y no hacer cosas lindas.
—Jade —me amenazo cuando sintió que me acercaba más a su entrepierna, le sonreí tímidamente y proseguí con lo mío.
Aleje mi pie de él y con una de mis manos me deshice de mi tacón. Acerque mi pie desnudo a su pierna con pequeños roces, lentamente subí hasta que la puse sobre su rodilla descansando.
—¿Ya decidieron que pedirán? —esa voz, esa maldita voz. Era el mismo maldito mesero de la última y primera vez.
—¿No pudieron tener otro mesero disponible? —pregunte con molestia, hasta mi maldita cara mostraba mi descontento con el. A Thomas no le sorprendió mi pregunta ni mucho menos el tono que utilicé.
—¿Cual es el problema? —me preguntó Thomas.
—Si le molesta —se dirigió a mí el mesero maldito —, yo podría llamar a otro mesero. No me gustaría causar molestias.
¿Se está haciendo la maldita víctima? Ese teatrito nadie se lo cree.
—Si, por favor —murmure.
—No —hablo Thomas antes de que el mesero se fuera —, puedes traernos un bistec y una ensalada, también una botella de vino tinto.
Mis ojos casi se salían de sus órbitas, Thomas ya había ordenado y lo siguiente sería que el mesero se largara de mi vista y volviera con lo pedido. ¿Por que esas cosas solo me pasan a mi?
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Secretos no tan secretos © [𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍]
Teen Fiction[𝐁𝐎𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑] "Quiero dejar de recordar todo aquello que me hizo mal" Portada realizada por: @austrova ACLARACION: Esta historia es totalmente mía, ademas de estar inspirada en algunos hechos reales. Puede contener vocabul...