Secretos no tan secretos © [𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍]

Capítulo 33

Aquí estaba yo, otra vez frente a la casa de Steve, hoy teníamos que recorrer las calles de Detroit e ir a casa de los adeudados, de esto me encargaría yo y para eso me vestí de la reina con una peluca falsa y mis pupilentes de color.

Entre al despacho de Steve y como siempre él estaba haciendo una llamada.

—Bien, todo está en orden aquí —debe de estar hablando con Darrick —,  Jade lo está haciendo bien.

Espero que el no esté preocupado por mi, no me sorprendería que piense que no se manejar todo, aunque lo difícil lo hace Steve, no tiene nada de emocionante es como si es fuera él mafioso y yo solo soy la que se encarga de hacer el trabajo sucio, lo malo es que a Steve le gusta vivir en las sombras y no llamar la atención de alguna persona peligrosa.

—¿Darrick? —pregunte y el asintió.

—Espera en el auto.

—Iré a fuera a ordenar que preparen todo.

—Bien.

El me dio la espalda después de hablar, y yo solo salí a hacer lo que dije, cuando mire a Thomas me acerqué a él.

—Necesito que estén listo tres autos y las armas para salir.

—Así será, en quince minutos estarán listos —él se fue mostrándome su espalda, siguió dando órdenes a quien mirara y así todos con eficiencia iniciaron a hacer lo que les dijo Thomas.

Yo aún seguía parada donde me abandonó Thomas, no lo dejaba de ver, por alguna razón no podía dejar de verlo, no se por qué demonios seguía mirándolo, pero traté de pensar que solo lo hacía para que solo todo saliera bien y sin problema, se me hacía costumbre mirarlo y eso no me gustaba.

Gire un poco la vista a mi izquierda, algunos de los hombres conducían los autos para acercarlos a la entrada de la casa y subir las armas, otros subían las armas y los otros las traían desde dentro de la mansión. Todos hacen algo, nadie en absoluto estaba sin ayudar.

—Darrick quiere que vayas a California, quería que estuvieras enterada.

Escuché la voz de Steve a mis espaldas, causando que brincara del susto.

—¡Mierda Steve, me asustaste!

—Estabas demasiado distraída al parecer, ¿veías algo interesante o en que pensabas? —su comentario ni mucho menos su pregunta me causó un poco de gracia y simplemente hice como si nunca lo escuché.

—¿Por que quiere que vaya a California? —pregunte ahora mirándolo al rostro.

El se había cambiado de atuendo y se puso un hermoso esmoquin blanco con detalles dorados, y sus siempre zapatos relucientes.

—Al parecer hay fiesta de mafiosos, harán tratos, reafirmarán el territorio y tal vez se hagan socios.

—¿Tu también estarás allí?

—Si, soy parte importante del reino de Darrick.

Aunque no me agradaba la idea de estar rodeada de enemigos y mucho menos me agradaba de que sea en California, pero no me preocupaba tanto por que Darrick también es parte importante en el estado de California.

—Ya está todo listo —nos informó Thomas.

—Bien, todos a los autos —ordene, los tres caminamos a los autos y subimos en uno.