Capítulo 6

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Llevaba más de treinta minutos en el auto, trataba de tardar lo más posible sin que Emily no notara.

—Creo que solo hemos dado vueltas en la misma manzana.

—No, si estuviéramos dando vueltas en la misma manzana ya lo habría notado —mentí —. Ya casi llegamos.

—Solo espero que la comida valga la pena. Tengo mucho apetito, si pasan otros treinta minutos aquí, juro que me comeré mi brazo y cuando termine te comeré a ti, Jade.

—Eso se escuchó tan Sophie —bromeé. Sophie demostraba su amor de una manera muy peculiar, ama pelear con las personas cercanas a ella, e incluso demuestra su cariño con mordidas —. Creo que ya llegamos.

No tenía ni la más mínima idea a cual restaurante llegar pero, encontré uno que podría ser bueno; al mirar en el lugar que se encontraba y como se miraba por fuera.

—Creo que este es un restaurante para personas con mucho dinero, Jade —susurró Emily a mi oído en cuanto entramos al lugar.

El restaurante era muy grande, con decoración costosa, con meseros por todo el lugar. Y obviamente personas bebiendo de sus copas de vino, vistiendo con sus mejores trapos.

Me sentía fuera de lugar con mi vestimenta pero no era un lugar en él que no pudiera estar.

—Jade, creo que deberíamos irnos de aquí. No creo que podamos pagar.

— Deberíamos sentarnos en una mesa Emily —respondí borde.

—Solo no quiero que gastes mucho dinero en un lugar así.

Al sentarnos en una mesa, un mesero nos entregó las cartas del menú. La leí de manera rápida pero lo único que captó mi atención fue una crema. De inmediato pedí ese platillo, mientras que Emily pidió espagueti, las dos pedimos agua para tomar.

El mesero apuntaba lo pedido en una pequeña libreta que tenía, algunas veces nos observaba y hacía gestos de disgusto al observarnos.

— ¿Algún problema con nosotras? —me dirigí con tono borde hacia él mesero. Siempre usaba él mismo tono con las personas que no conocía o con las que a simple vista no me agradaban. Este hombre es de los dos.

—No parecen ser el tipo de personas que viene a este tipo de lugares, se mira que no tienen porte para venir aquí. ¿Qué persona usaría unos simples vaqueros para venir a él mejor restaurante de la ciudad? —Mire al hombre de la peor manera, dirigí mi vista a Emily y note que tenía la vista baja. Eso me hizo enfurecer más.

Aun con la carta del menú en mis manos ordene un pastel de chocolate para Emily, una botella de vino tinto, una ensalada y pastel de queso. No se porque lo hice, supongo que soy tan impulsiva cuando no puedo usar un arma y apuntar a la cabeza de alguien.

El mesero se dirigió a la cocina para trabajar en lo pedido.

—Sé que tienes mucho dinero en tu tarjeta, pero no quiero hacerte gastar mucho dinero en una sola comida. Creo que pediste mucho —Me encogí de hombros al acucharados sus palabras, el dinero va y viene, unos lujos no son nada.

—No quiero que sigas hablando de lo mismo, yo te traje a este lugar. He comido muchas veces aquí y la comida está deliciosa —Obviamente nunca he venido aquí pero tenía que decir algo al menos creíble.

Nuestra comida llegó después de casi treinta minutos, él mismo mesero se encargó de entregarnos nuestra comida.

—Esta deliciosa la comida —comentó Emily al probar él espagueti. Asentí al escucharla.

Había acabado con mi sopa, y era hora de hacer funcionar el plan.

Di una probada al pastel de queso con una pequeña cuchara y llame al mesero. El mismo mesero que nos atendía llego en solo unos segundos.

Secretos no tan secretos © [𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora