El lamento de los padres
Rita: en que me equivoque Dios mío en que me equivoque.
se repetía internamente la señora Loud una y otra vez mientras se encontraba en la cocina lavando los platos en medio de un silencio sepulcral, un silencio que había reinado en la casa Loud en los últimos meses, un silencia que era levemente afectado por el sonido del refregar de los platos.
Sentimientos de melancolía, tristeza, impotencia y sobre todo de culpa se habían apoderado de la señora Loud desde el funeral, sentimientos que habían provocado que poco a poco comenzara a distanciarse de su familia: de su esposo y en especial de sus hijas.
De un momento a otro una persona ingreso a la cocina, era ni más ni menos que el señor Loud quien había venido por un vaso de agua, al entrar el señor Loud no pudo evitar ver a su esposa lavando los platos de forma casi mecánica y sin producir sonido alguno.
El señor Loud se había preocupado por el estado emocional de su esposa desde ''el incidente'', básicamente desde los primeros días después del funeral, días en que Rita se la pasaba llorando y sollozando encerrada en la habitación, el temor impediría que el señor Loud actuara en ese momento, el temor a empeorar la situación, tras dos meses después del funeral el señor Loud creyó que la situación mejoraría cuando noto que su esposa por fin había dejado de encerrarse y a había retomado su rol de ama de casa.
Desgraciadamente todo lo hacía sin una pisca de interés, ya no se molestaba en interactuar tanto con su esposo como el resto de sus hijas, serian en estos últimos días en los que el señor Loud notaria que Rita se había mantenido distante e inexpresiva durante los últimos meses cosa que lo perturba.
Volviendo al presente, el señor Loud no pudiendo soportar por más tiempo la actitud aislacionista y desganada de su esposa decidió hablar con ella al respecto, claro que al sentir un poco de miedo por la confrontación el señor Loud no iniciaría la conversación exponiendo el tema principal de golpe sino con un saludo ocasional.
Lynn sr: hola... querida... (dijo el señor Loud un tanto preocupado).
Rita: hola... cariño... (contesto Rita con desanimo).
Lynn: ¿cómo ha estado tu día querida?
Rita: bien... mal... regular... no lo sé (respondió Rita con sumo desanimo).
Lynn: estaba pensando que quizá podri-
Rita: ¿QUE ES LO QUE QUIERES LYNN? (grito Rita mientras interrumpía bruscamente a su esposo).
Lynn sr.: solo quiero pasar unos minutos con la mejor esposa y madre del mundo (dijo el señor Loud sumamente nervioso)
¨Crac ¨ de un momento a otro el sonido de un plato rompiéndose inundo toda la cocina dejando al señor Loud levemente sorprendido, mientras que la señora Loud se encontraba temblando y mirando fijamente por leves segundos los restos del plato que con brusquedad había tirado al suelo.
Una reacción natural ante las palabras que le había dicho su esposo, palabras que le habían provocado sentimientos de culpa por todos los acontecimientos negativos por los que había pasado su familia en los últimos meses.
Rita: ¡SOY LA PEOR MADRE DEL MUNDO!! (exclamo Rita mientras comenzaba a sollozar).
Lynn sr: ¿querida?
Rita: ''sollozos'' ¡qué clase de madre permite que sus hijas maltraten a su hijo!!, ¡qué clase de madre permite que su único hijo duerma a la intemperie!!, ¡qué clase de madre permite que un niño bueno y dulce se convierte en un monstruo!
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AMARGA VENGANZA
FanfictionDespués de los acontecimientos de No hubo suerte y de que los Loud y en especial Lynn se disculparan profundamente con Lincoln por lo ocurrido todo transcurre con normalidad salvo por una cosa Lincoln alberga un odio secreto en contra de la persona...