La incipiente luz de la mañana se colaba por las ventanas del Stylo, e iluminaba el rostro de la pequeña nipona mecánica. Por acción natural Cyborg abrió los ojos. Desde su asiento en la parte de atrás pudo ver que Ace mantenía la vista fija en la carretera y las manos sujetas al volante. Había estado conduciendo toda la noche sin parar –o al menos eso decía el, por lo que ya deberían de haber recorrido un buen tramo del camino– A lado de Ace, en el asiento del copiloto estaba Paula, ella dormía profundamente con la cabeza recargada en la ventana.
—Buenos días pequeña —dijo Ace al percatarse de que Cyborg había despertado.
—¿Cómo va todo? —preguntó Cy mientras se tallaba los ojos con los puños— ¿Qué hora es? ¿Dónde estamos?
—Si el reloj de este trasto esta correcto, son las 8:36. No tengo idea de donde estamos, lo cierto es que no conozco muy bien estos lares y Paula me marco la ruta más rápida al puerto más cercano, solo llevo siguiendo la carretera según el mapa… eh la radio no sirve, así que probablemente estemos incomunicados en alta mar. Eso me preocupa un poco, en caso de tener un accidente esperaba poner llamar a la marina para que vinieran a rescatarnos o a cualquier otro barco cercano…
—Estaremos bien. No te preocupes.
Después de hacer una pequeña pausa en una gasolinera para recargar el tanque del Stylo y a su vez, para comprar algo de comer en una tienda de autoservicio, el trio partió de nuevo en el coche, ahora eran las 10:26, mientras más se acercaba el medio día era necesario apresurar el paso, Gorillaz eran todos unos flojos –con excepción de Noodle, quien solía levantarse temprano para hacer meditación, yoga o practicar alguna arte marcial– pero algo era seguro: para el medio día todos estarían lo suficientemente despiertos como para darse cuenta que ni Cyborg ni Paula estaban en el edificio y que el Stylo había desaparecido.
Además después de la huida poco discreta que tuvieron en la madrugada existía una gran probabilidad de que hubieran sido descubiertos desde ese mismo instante. Probablemente la banda ya venia tras ellos y ni siquiera lo sabían, en algún momento podrían aparecer un montón de helicópteros frente a ellos para acribillarlos. Murdoc es muy paranoico y en todo caso de que no se hubiera percatado de quienes eran los que conducían su preciado Stylo, lo más seguro es que pensará que un grupo de bandidos estaba tras el, una vez más. Ese auto ahora era una reliquia, así que Murdoc no se quedaría de brazos cruzados si alguien lo robaba, pero de entre todos los vehículos de la banda el Stylo era el único que había recibido modificaciones para poder convertirse en un submarino. Volviéndolo así en parte fundamental de el plan de Cyborg.
Dentro del Stylo, Paula intentaba hacer funcionar la radio, buscaba alguna estación funcional pero en todas había estática, el aparato estaba muerto. Murdoc había dejado de utilizar el Stylo hace años y solo lo conservaba por el valor que este podría tener en un futuro museo dedicado a la banda, o en alguna exposición de autos famosos, junto al coche de Hitler, el papamóvil, o el auto en el que le dispararon a John F. Kennedy.
—Nada —Paula se dejo caer en el asiento mientras soltaba un suspiro.
—Si todo sale bien no sera necesario utilizar la radio de el submarino —dijo Cyborg que observaba la pantalla de su teléfono celular—. No tengo señal, pero me queda alrededor del 30% de batería.
—Este sera un viaje largo ¿No es así? —comentó Paula mientras veía la interminable carretera por el parabrisas.
…
—
¡No están! —exclamaba Murdoc con desesperación, a su lado el resto de sus compañeros de banda se habían congregado en una improvisada reunión en la cocina para discutir la próxima movida de la banda. La noche anterior el Stylo había sido robado frente a las narices de Murdoc, aquel sentimiento de impotencia que había inundado al bajista al ver como su auto se alejaba rápidamente lo hizo despertar a sus compañeros de banda quienes regresaron al lugar de los hechos para descubrir que –con excepción de las marcas que dejaron las llantas del auto en el suelo– todo estaba exactamente igual, Murdoc les exigió un extenso peritaje de la zona y mando cerrar todas las puertas y ventanas del edificio, para impedir que nada entrara y saliera de ahí, después procedió a llamar a la policía y darles detalles exactos del auto que había sido robado. Manteniendo así a la banda en vela desde entonces; aunque no fue hasta instantes previos a la reunión matutina que se dio cuenta de que les hacían falta dos personas en el edificio: Paula y Cyborg—. ¡Ya busque por todos lados, y no están!
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Alma Metálica (Cyborg Noodle Fanfic) [Estado: Desconocido]
Fanfiction¿Una Robot puede intentar vivir como un ser humano? Tras un loco plan de Murdoc para abandonar una gira de conciertos, el bajista reactiva a Cyborg Noodle, pero las cosas no salen como lo planeado. Cuando Cyborg despierta ha perdido todo recuerdo d...