26: Peores Pesadillas

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El día anterior había sido uno bastante ajetreado para la banda: En un principio Murdoc encontró un correo con la noticia de una demanda de un hospital psiquiátrico donde Paula, exguitarrista de la banda, había estado recluida los últimos 13 años. Negándose a saldar su deuda, Niccals fue hasta el hospital y se llevó a Paula por la fuerza, trayéndola con el resto de la banda a vivir con ellos en Kong Studios. Pero, las cosas podrían ponerse más difíciles de lo que Murdoc pensó al descubrir la constante bipolaridad de la mujer. El resto del día, la banda trato de pasarla alejados de Paula. Dejando a la mujer deambular por ahí y descubrir por su cuenta cada rincón del edificio, después de todo, Paula estuvo con ellos un tiempo en Kong Studios, algo debería de recordar de su estancia en ese lugar.

Por la noche la banda se retiró a sus habitaciones y dejaron a Paula en la sala, ella parecía estar a gusto ahí. Hasta que alrededor de las 3:00 am, Paula despertó sedienta y en su búsqueda de un vaso de agua, no pudo evitar hecha un vistazo a las habitaciones, fue entonces que irrumpió en la primer recamara que encontró: La Habitación de Cyborg.

Y ahí estaba la dulce chica robot, descansado plácidamente en la cama, con algunos electrodos pegados al cuerpo y conectados a una máquina, para sus análisis diarios.

Paula se detuvo frente a la cama y se mantuvo un tiempo observando a la chica dormir. Se veía tan agradable, pensó, y a la vez tan indefensa, podría asfixiarla con la almohada y nadie escucharía sus ahogados gritos.

La mujer tomó con cuidado una de las almohadas de la cama y la colocó en la cabeza de la robot, empezó a hacer presión para ahogarla, Cyborg despertó bruscamente, intentaba gritar pero no podía al tener la almohada cubriéndole la boca. Con las manos intentaba a liberarse, pero la persona que la asfixiaba era demasiado fuerte.

—¡Por qué no te mueres! —gritó Paula—. Cyborg había resistido más de lo que cualquier persona ordinaria soportaría sin poder respirar.

Aunque como cualquier otro, el cansancio estaba por agotarla y hacerle perder el conocimiento, la vista de Cyborg se fue nublando poco a poco y entonces…

Despertó.

Todo había sido una pesadilla, una muy jodida pesadilla. Pero al despertar no todos los problemas se fueron, Cyborg sentía una extraña presencia, como si la estuvieran observando, y una gran presión en el pecho. Algo así como eso que llaman parálisis del sueño. Al alzar la vista pudo ver una silueta de una mujer parada frente a su cama observándola.

—¡Ay no! ¡Despertaste! —dijo la otra persona—. No te preocupes, soy Paula. Aunque ahora que me has visto tendré que matarte.

Cyborg empezó a llorar, sus lágrimas eran de un color grisáceo, mezcla de agua y aceite.

—¡Es una broma! —Paula se rió—. Cada vez que hago chistes sobre matar gente, las personas suelen tomarlos muy enserio. Osea no estoy loca, bueno estuve en un psiquiátrico, pero no por que este loca —Paula se recostó en la cama—. Y… ¿Qué cuentas mi aterrorizada amiga?

Cyborg se cubrió con las sabanas.

—Ay cariño… —se burlo—. No voy a hacerte nada, solo te sacaré los órganos para venderlos, pero no te haré daño.

—Ya vete tengo mucho sueño y quiero dormir —finalmente respondió.

—Podrás parecer una adulta. Pero sigues siendo una niña asustadiza en el fondo.

—Eso no es cierto.

—Mira que para ser hermana de la nipona me pareces mucho más agradable, y más linda.

—¿Enserio?

—Oh si, mira Noodle y tu son muy diferentes. Eso se nota fácilmente.

Cyborg se descubrió de las sabanas y de sentó en la cama.

Alma Metálica (Cyborg Noodle Fanfic) [Estado: Desconocido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora