Cinco años después.
Jessica.
Tomo mi café rápidamente y salgo de la cafetería mientras reviso la hora en mi reloj el cual marca con nueve con veinte minutos. Fantástico una hora tarde para ir al trabajo, aunque no hay tanto problema ya que solo debo grabar un pequeño reportaje sobre el impacto socioeconómico y lo demás es investigación. Al llegar al edificio donde trabajo, me apresuro a llegar a mi escritorio para comenzar a trabajar sin que nadie se dé cuenta.
Una falta más y estoy segura que estaré fuera, de eso estoy segura.
Las pesadillas habían regresado una vez más, creí que con las sesiones de la psicóloga todo mejoría pero supongo que se debo al hecho que el estará en la ciudad en unos días y eso hace que mis miedos salgan a la superficie.
Debo controlar mis sentimientos, yo puedo hacerlo.
—Llegas tarde —exclama la supervisora pasando por mi escritorio —a mi oficina.
Maldición.
Me levanto de la silla giratoria y mi amiga la rubia se inclina un poco para hablarme.
—¿Por qué has llegado tarde? —pregunta susurrando Carly, ella es castaña de buen cuerpo al igual que Leyre.
Si les decía que las pesadillas habían regresado de nuevo, se pondría triste por mí y lo último que necesito son miradas de lastima.
—Mi celular no programo la alarma y mi despertador se quedó sin pila —respondo en voz baja —nunca vuelvo ir a un bar en día de semana.
—Eso es mala suerte —responde riendo Leyre —solo espero que no te despidan.
—Soy la mejor de este lugar —le recuerdo— no creo que me despidan.
Camino hasta la oficina de la supervisora la cual está en medio de las demás oficinas de este piso. toco la puerta dos veces.
—Aquí estoy señorita Lerdo —hablo al entrar a su oficina.
—¿Qué paso hoy, para que llegaras tarde? — pregunta.
Hay personas que llegan tarde y justamente se fija en mi. Me odia, estoy segura de ello.
—Tuve algunos contratiempo señorita Lerdo — intento explicar—No volverá a repetirse, téngalo por seguro.
—Dejare pasarlo solo por esta vez —se que se acerca un gran pero— tendrás que encargarte de conseguir una entrevista con el corredor del momento, John Sullivan.
Sullivan.
No, ella no pudo haber dicho el nombre de él.
Mi sangre comenzó a calentarse no por el hecho de volverlo a ver, no se porque mi cuerpo reacciona de esta manera, puedo escuchar el corazón latir en mis oídos.
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Estúpido John® |COMPLETA| en edición.
RomanceJohn Sullivan y Jessica Savoy tuvieron un romance sin ataduras durante su adolescencia, la exclusividad era parte del romance aunque nunca formalizaron un noviazgo ante los demás. Una discusión hizo que John cometiera la equivocación en dejar ir a...