Estúpido John® |COMPLETA| en edición.

C A P I T U L O 1 8

Abro mis ojos con la ilusión de encontrarme a John frente a mí; pero no, el lado de su cama se encuentra vacío, observó el reloj digital colgado en la pared.

05:24 am.

Unas voces se escuchan a lo lejos, tengo curiosidad por saber con quién habla, cruzo los dedos para que no sea alguna mujer.

Así que salgo de la cama, el pijama es algo decente un pantalón corto y una blusa con mangas cortas de seda. Olvido ponerme las sandalias, siento el frío del piso en mis pies.

Al salir de la habitación, hay una puerta abierta y es la única que tiene la luz encendida. Me acerco despacio tratando de escuchar lo que hablan.

—...Piensa bien tus prioridades Sullivan, no eres un chiquillo que aparentan que no le importa nada los esfuerzos que hacen otras personas—No reconozco quién sea el hombre en la pantalla. —Te has esforzado mucho al igual que has sacrificado muchas cosas para estar en dónde estás ahora mismo. No hechos todo a la basura por alguien que no sabes si estará contigo. —doy un paso para para poder escuchar mejor.

John está de espaldas así que no percata de mi presencia.

— Me costo conseguir esos patrocinadores, no creo que quieran una nueva fecha para el lanzamiento de los productos, son demasiado exigentes— Mackenzie. Reconocería sus voz chillona a distancia.

—Intenta una vez más— habla John. Pasa su mano por la mandíbula la cuál está tensa. —No perdemos nada en volver a intentar.

— Solo teníamos una oportunidad, ¡Una sola oportunidad Sullivan! ¡Y lo has hechado a perder!

— ¡Podemos arreglarlo! ¡Se que tiene solución!

—Intentare contactarlos de nuevo, pero tendré que volar California mañana al medio día.

—Haz lo que creas necesario.

—Te avisaré cuando tenga una respuesta.— cuelga la videoconferencia Mackenzie.

Comienzo a acercarme más a John.

— Piensa bien tus prioridades. — dice el hombre de barba antes de colgar.

Sus manos van a su nuca e inclina su cabeza.

—¿Todo bien? —pregunto con voz soñolienta.

Gira su rostro para después observar el reloj en su muñeca.

— ¿Qué haces despierta? — cuestiona — no quise interrumpir tus sueños.

—No lo has hecho — me siento sobre el escritorio de madera.— ¿Ocurre algo?

—Nada importante.

— No se escucha nada feliz el tipo de la barba.

— Cancele sin avisar una sesión fotográfica con un patrocinador en Virginia—explica —Y el lanzamiento con un nuevo inversionista en California.

Comienzo a desenredar la información que me ha dicho y llego a la conclusión; dejo aún lado sus prioridades para ir conmigo a casa de mis padres. Ahora entiendo porqué su representante le reclamo sobre poner sus prioridades en claro.

— No debiste cancelar nada por mi.

— Valió la pena —confiesa.

—¡No, no puedes decir que ha valido la pena!— comienzo a perder la calma. — ¡Has trabajado mucho para obtener todo lo que posees ahora!  ¡No te lo tome tan a la ligera!

Se levanta de la silla, para ponerse frente a mí sin decir o emitir alguna palabra. Los segundos se me hacen eternos. Su pulga recorre lo largo de mi mejilla.