C A P I T U L O 2 8

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Jessica.

No debo estar nerviosa no tengo porque, es algo que ya se.

Pero aún duele.

Coloco mis manos sobre mi vientre.

Fue mi culpa. Ella no está aquí por mi maldita culpa.

—¿Señorita, se encuentra bien? —preguntaba ginecóloga al tomar asiento.

—Si.

—¿Soy la primera ginecología a la que asistías? —comienza con las preguntas.

—No, hace cinco meses fue mi último chequeo —respondo subiendo el cierre de mi chaqueta.

Toma nota en su portátil. —Si, disculpa no había leído el informe.

Creí que al dar el informe que me hice hace algunos meses me lograría zafar de hacerme un análisis nuevo.

Me equivoqué.

—¿Parejas sexuales de lo que va en el año?

—Dos.

—¿Cuáles son los preservativos? —observa mi rostro al preguntar.

—Condón, en caso de haberlo olvidado la pastilla del día siguiente; solo dos veces por año —respondo.

—¿Tú regla es normal?

—Si, es constante.

—¿Algún malestar? — solo quiero que dejes de hacer preguntas y lo digas.

—No, ninguno.

—¿Has tenido algún aborto? —puedo notar su incomodidad. —Si tu respuesta es afirmativa, ¿Hace cuanto?

—Hace cinco meses.

—Bien, de acuerdo con los análisis que me has mostrado. No sé cómo decirlo —habla— estos temas no son fáciles de hablar con mis pacientes.

Un nudo se forma en mi garganta, haciendo que mis ojos comienzan a cristalizarse.

Una cosa es saberlo, pero es muy distinto a que alguien me reitere en voz alta, que no puedo hacerlo.

—No hace falta que lo diga. No puedo alojar una vida en mi.

—No todo está perdido —da esperanza—lo que tienes una Biopsia del endometrio, se dió por qué...

—Se la respuesta, no hace falta que lo diga —limpio las lágrimas de mi mejilla.

—Él tejido quedó dañado, pero se puede hacer algo para que cuando decidas tener un bebé, el embarazo transcurra normal sin ningún tipo de riesgo.

—¿Es efectivo? — no quiero que me den esperanzas.

—Bueno, no del todo.

—Sobre la consulta, ¿Es todo? — me levanto de la silla con la intensión de irme.

—Si, es todo. —trata de formar una sonrisa con sus labios.

—Que tenga un buen día doctora, hasta luego.

Salgo de su consultorio para poder ir a mi departamento, tengo que despedirme de mis amigas antes de partir.

John me pregunta sobre la consulta y lo corto al instante. Se que tengo que contarle sobre lo que pasó antes de volvernos a ver, pero justo ahora no tengo las fuerzas necesarias para hacerlo.

Miedo, tengo miedo de la respuesta que el me llegue a dar cuando se entere que no puedo tener bebés, aunque eso no debe importar si es que me ama.

Estúpido John® |COMPLETA| en edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora