II

2.4K 287 118
                                    

No logré conciliar el sueño en toda la noche. El teléfono no dejaba de vibrar con las notificaciones de mensajes en nuestro grupo. Todos felicitaban a Jongin, Suho parecia preocupado pero estaba feliz por el, todos hablaban menos yo. Seguro era sospechoso que leyera los mensajes y que no escribiera nada pero no me importa ellos saben lo unidos que somos Jongin y yo. Nadie se molesto en preguntarme como estoy, a nadie le importa como me siento. En parte se que es lo mejor porque no quiero hablar con nadie ahora.

No puedo seguir viendo todas las estupideces que escriben asi que apago mi celular para al menos tener algo de paz.

Dormí dos horas o tal vez tres pero eso fue todo. Son las 5 de la mañana, ya no puedo estar aquí siento que las paredes se juntan poco a poco dejándome atrapado, no puedo respirar. Así que tomo un abrigo y salgo a dar un paseo alrededor de mi casa. Es sol aún no sale solo hay neblina a mi alrededor. Tengo frió este abrigo no hace mucho por mi pero aun así decido continuar caminando entre la vegetación, las flores están cubiertas del roció matutino y mojan mis pies a medida que me adentro mas entre la profundidad del bosque. Mis padres viven algo apartados de la sociedad en un pequeño pueblo donde las casas están muy alejadas entre si. Siempre he amado este lugar me gusta estar aquí y respirar el aire puro mientras reflexiono. Todo es tan tranquilo.

Pronto encuentro una roca y me siento a descansar un poco, no tengo energía. Los pájaros cantan sus melodías en las copas de los árboles, quisiera ser uno de ellos ahora mismo para desaparecer de todo este desastre por unos días, tal vez meses depende de lo que tarde un corazón roto en sanar.

Pierdo la noción del tiempo solo escucho los sonidos de la naturaleza y dejo que la fría brisa sople en mi rostro. Extrañare esto pero tendré que irme mañana, surgió un imprevisto. En estos momentos odio mi vida me encantaría tomarme un descanso pero no puedo siempre tengo que trabajar y como si fuera poco tengo que usar esta máscara cada día, es exhaustivo la llevo todo el tiempo y solo me puedo deshacer de ella en la noche cuando nadie me ve, ahí es cuando puedo mostrar mi verdadero rostro desfigurado por la tristeza, la inseguridad, la vergüenza, el agotamiento, el enojo, la soledad. Es solo ahí cuando mi horrible rostro sale a la luz. No quiero que nadie lo vea nunca.

El sol comienza a salir y regreso por el mismo sendero por donde vine, desearía perderme pero conozco este lugar demasiado bien, podría ubicarme hasta con los ojos cerrados.

Cuando llego Mamá y Papá se encuentran desayunando en el comedor, sus ojos se iluminan al verme. No preguntan donde estaba porque saben que suelo dar paseos matutinos espontáneos cuando vengo.

Les sonrió, mi desayuno esta servido y me siento a comer con ellos. Hablamos de trivialidades antes de que papá se vaya a trabajar. Me ponen al día sobre mi hermano quien ahora se encuentra en servicio militar, lo extraño y espero que el tiempo pase rápido para volver a verlo pronto.

El resto del diá transcurre con tranquilidad. Ayudo a mamá a limpiar la casa y ella se encarga de recibir mis llamadas, no tiene caso impedírselo ella siempre se sale con la suya. Por suerte no recibo ninguna llamada importante, solo los chicos y el manager recordándome que mañana tengo que salir a primera hora porque tendremos una presentación y hay que practicar.

Estoy cortando unas zanahorias cuando mamá decide perturbar el ambiente tranquilo con la tan temida pregunta que he estado evitando todo este tiempo.

-Así que... al fin vas a decirme que es lo que te tiene tan decaído? Nunca te había visto así ni siquiera cuando sucedió lo de esa Krystal y Kai.

-Mamá deja de mencionarlo, ya te dije que no fue nada.- Ella solo se cruza de brazos esperando una respuesta porque sabe que otra ves estoy ignorando su pregunta.

Till The End Of TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora