Con sumo cuidado retiré el agarre de Naruto de mi nuca, estaba profundamente dormido, quizás por haber llorado tanto. Tomé su cabeza y piernas, y lo dejé en la cama, arropándolo. Me recosté a su lado, admirando su indiscutida belleza.
Sus mechones dorados descansaban sobre su frente y algunos en sus tupidas pestañas rubias. Acaricié sus rosadas mejillas y con el índice seguí una de sus marcas en éstas. Se acurrucó en mi pecho y suspiró, como en los viejos tiempos. Mi corazón se aceleró, lo rodee con un brazo acariciándole con movimientos circulares su espalda.
Recordé cómo había reaccionado ante mis caricias en su moreno cuerpo, sus ojos expresaban terror absoluto y su labio inferior temblaba del miedo. Tuve que contener mis ganas de salir corriendo, buscar a Tetsuhiro y reventarlo a golpes. Ese mal nacido no merecía más que la muerte, una muy lenta y dolorosa. Apreté la mandíbula de la rabia que me invadía cada vez que veía a mi pequeño rubio temblar y llorar por el trauma que le dejó ese bastardo.
Imaginé mil maneras de cómo torturarlo y asesinarlo sin dejar pistas, pero debía resistir. Al menos hasta que terminara la práctica en su escuela. Así, no podrían vincularme a su "misteriosa" muerte.
-Sasuke-murmuró Naruto suspirando. Besé su cabello, el aroma a shampoo y a su característico olor a flores que me recordaba a la primavera me arrulló y cerré los ojos feliz, hace mucho no experimentaba esa clase de felicidad y paz.
Naruto estaba sentado en una banca rodeado de cerezos en flor...esperen...era el lugar en dónde nos conocimos. Sus cabellos dorados se mecían a la par con el viento y los pétalos lo envolvían, intentaba acomodar sus mechones detrás de sus orejas pero éstos al no ser tan largos no se quedaban en su lugar, además que el viento tampoco se lo permitía. Sus ojos azules miraban hacia el cielo, una sonrisa se dibujó en su rostro, primero tenue para luego ampliarse. No podía moverme del lugar, estaba hipnotizado con tanta belleza, era un espectáculo digno de una fotografía para inmortalizar tanto esplendor.
Sus ojos se despegaron del cielo y miró en mi dirección, sonrió aún más mostrando sus perfectos y blancos dientes, alzando su mano para indicarme que me acercara. Pero no podía moverme.
-¡Sasuke!-gritó con su melodiosa voz, bajando de su asiento y caminando hacia mí.
A unos cuantos metros de mí, se detuvo en seco. Sus ojos que anteriormente brillaban ahora expresaban terror, su sonrisa la sustituyó una mueca de horror y comenzó a retroceder.
Abrí mis ojos confundido sin poder entender su reacción ¿Le daba miedo? ¿Por qué?
Alargué un brazo intentando alcanzarlo.
Un hombre pasó a mi lado, de pelo castaño y ojos verdes, sonriendo con malicia. Naruto no despegaba su vista de él. Negaba con la cabeza, sus labios formaban la palabra no, que repetía una y otra vez, hasta que el misterioso chico llegó a su lado. Lo atrajo hacía sí, tomó su rostro y lo besó, enredando su lengua con la de él, tirándolo al piso y poniéndose encima de él a horcajadas, tocándolo obscenamente y desprendiéndolo de su ropa. Naruto se revolvía en el piso gritando y llorando, el hombre lo acalló con un golpe en sus costillas. De pronto, lo reconocí era Tetsuhiro, se relamía los labios mientras agarraba las piernas de mi rubio.
Quise correr en su ayuda, quitarle a ese bastardo de encima y asesinarlo, pero no podía moverme, estaba petrificado. Gritaba su nombre pero al parecer no podía oírme.
Naruto alzó a penas un brazo y extendió su mano hacia mí.-¡Sasuke! ¡Ayúdame!-gimoteaba.-¡Por favor! ¡Sasuke! ¡Sasuke!-gritaba desgarradoramente mi nombre una y otra vez.
Dolía, dolía mucho verlo en esa asquerosa situación, por más que intentaba ir hacia él no podía. Un grito desgarrador salió de mi boca seguido de llanto.
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Entrelazados por la suerte (SasuNaru)
FanfictionLa suerte no los acompañó nunca en sus cortas vidas, les arrebató a las personas que más amaban. No le veían sentido a la vida, siendo tan pequeños. Uno no volvió a pronunciar palabra alguna y el otro no confiaba en nadie. Hasta que sus miradas se...