Capítulo 18

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Juicio.

Zeldris estaba sentado junto a su abogado, estaba listo para el juicio.

El fiscal abrió su caso mostrando los papeles con la firma de Zeldris, aclarando que los productos comprados eran de mala calidad y que el dinero que había sobrado había desaparecido y leyó en voz alta lo que decían dichos documentos.

Después el abogado de Zeldris declaro que las firmas habían sido falsificadas y que los papeles originales que llegaban al acusado no los había firmado.

La fiscalía utilizo todo medio que podía y el abogado de igual forma, hasta que finalmente Liz fue llevada al estrado.

— Señorita Danafor, ¿es verdad que los papeles fueron firmados por el Joven Demons?— preguntó el fiscal.

Liz dirigió su mirada hacia ti, ambas se miraban de forma neutral ante los demás, pero por dentro era de sospecha y complicidad, Liz asintió y sonreíte.

                         ******
Un hombre estaba sentado en una silla de terciopelo rojo, tenia una sonrisa de triunfo en su rostro.

Su hija le había sido de gran utilidad, con la relación que había tenido con Meliodas, pudo hacer que el hijo menor terminara en la cárcel, ya que el fiscal y el jurado habían sido comprados por él, sin mencionar que su hija jamas abriría la boca en su contra.

— les dije, viejos amigos que les saldría caro haberse ido por esas mujeres — comentó risueño — Taylor, esperó que te guste ver como tu hija sufre primero.... porque ella sera la ultima en morir.

Soltó una carcajada con mucha energía, realmente estaba disfrutando de su venganza contra tu familia.

La puerta principal se abrió y por ella entraron varios hombres, entre ellos Galand y Cusack.

— mis viejos compañeros, hacia mucho tiempo que no me miraban a los ojos — comentó dirigiéndose a Galand y Cusack — espero que hallan cumplido con lo que les pedí.
— cumplimos con lo prometido, Elizabeth Lionés esta bajo nuestra jurisdicción — respondió Cusack.
— Con ella de nuestro lado y con Zeldris en la cárcel, Demons no tendrá más opción que darme todas sus propiedades, incluyendo su casa y la empresa y la hija de Taylor me dará todo lo que heredó de su padre — dijo contentó — sí es que quieren verlos a ambos con vida y en libertad.

Galand y Cusack se miraron discretamente por unos segundos.

— padrino, quería preguntarle una cosa — dijo Cusack.
— adelante camarada — respondió, estaba demasiado alegré.
— perdone el atrevimiento, pero sigo sin entender una cosa — comentó de forma sumisa, para evitar levantar sospechas —¿por que quiere vengarse de ambas familias hasta verlas en bancarrota?

Danafor borro su sonrisa por unos segundos, pero después volvió a sonreír.

— por dos cosas muy simples mi amigo — respondió — yo pretendía a la mujer que se convirtió en la esposa de Taylor, antes de que fueran pareja, pero ella lo eligió a él antes que a mí y con la esposa de Demons ocurrió exactamente igual, esa es una razón — explicó.
—¿y la otra razón?— preguntó Galand.
— porque nadie va a dejarme en el olvido solo porque sí — respondió, con una voz temeraria — quiero que recojan todo, que no quede ningún rastro de que estuvimos aquí, nos iremos al anochecer.

Los hombres asintieron y sin decir nada salieron de la sala a cumplir su orden.

Sin embargo, apenas salieron de aquella sala, se dividieron y cerraron todas las puertas y ventanas con cadena y candado.

Todos subieron en sus autos y se retiraron del lugar.
Mientras Galand encendía el auto, Cusack hizo una llamada.

— Elizabeth, ya esta hecho — comentó y después colgó.
— si el plan resulta, nos quitaremos a ese hombre de encima — comentó Galand — y si no....
— al menos ya no sera nuestro problema — dijo Cusack.

Los autos se separaron apenas llegaron a una avenida principal y se fueron por su lado.
En cuanto se perdieron entre los otros autos varías patrullas llegaron al lugar que acababan de abandonar.

Los policías rodearon el lugar de forma silenciosa, aseguraron puertas y toda vía de escape.

Escanor tomo el altavoz y lo encendió.

—¡Danafor, sabemos que estas adentro, sal con las manos arriba y de forma pacifica!— dijo.

El mencionado se levanto de un salto de su asiento, estaba sorprendido por lo que pasaba.

Tomo su escopeta y otras pistolas más pequeñas.

—¡¡Galand, Cusack, la policía esta aquí, deshagan se de ella!!— gritó, pero no recibió respuesta alguna.

Intento salir por la parte trasera, pero estaba cerrada por fuera, al igual que las demás, las ventanas estaban bloqueadas y no había nadie más en el lugar, el cuarto en donde se encontraba estaba cerrado.

La policía entro al establecimiento sin ningún problema y llego a las puertas que daban con la sala.

Sin saber que hacer, tomo la mesa que estaba en la sala y algunos otros muebles y creo una barricada.
La policía comenzó a abrir una de las puertas por medio de golpes, hasta que finalmente se bino abajo.

                          *****
La prensa estaba rodeándote sin darte oportunidad de caminar, hasta que unos policías la hicieron retroceder.

Lograste llegar al auto y emprendió la marcha.
Soltaste un suspiro cansado y sentiste como un brazo te rodeaba por los hombros.

— supongo que, tu tienes algo que ver con todo lo que ha pasado — te comentó tu prometido.
— supones muy bien — respondiste risueña — pero aun no termina.

Acercaste tus labios a su oído.

— cuando lleguemos a casa, no habrá ni un alma dentro — le susurraste de forma seductora — espero que hallas dormido bien en esa celda.

Zeldris sonrió y te susurro en tu oído.

— y yo esperó que no tengas nada debajo de esa ropa.

Sonreiste de forma maliciosa.

— tendrás que averiguarlo.

Acercaste tus labios a los suyos y comenzaste a rozar los, en un intento de provocarlo, y el resultado estaba siendo mejor de lo que pensabas.

Te beso de forma brusca, sus labios devoraban los tuyos de tal forma que apenas podías seguirle el pasó, sus manos se colaron por debajo de tu camisa, acariciando tu espalda.
Lograste separarlo poniendo un poco de fuerza, tu respiración estaba agitada y tenias un notable sonrojo.

— hay que esperar hasta llegar a casa — dijiste un poco jadeante.
— claro — respondió él de igual forma.

Recibiste una llamada, y al revisar tu celular viste que era Escanor.

—¿que pasó?— preguntaste.
las cosas se complicaron un pococomentó.
—¿que tanto?
hubo un tiroteorespondió.

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Hola, espero les guste el capítulo, recuerden votar y comentar, eso me motiva a seguir escribiendo.

Los invito a seguir mi perfil y a leer mis otras historias.

¡CAPITULO FINAL! próxima semana.

Hasta entonces.

Sayonara.

dos estrellas y una luna (Zeldris x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora