epílogo

1.1K 94 28
                                    

Los sirvientes corrían de un lado a otro en la casa.
Estaban preparando las decoraciones y las mesas para la fiesta que se haría esa misma noche.

Estabas en una de las habitaciones con tus amigas, estaban discutiendo sobre el peinado que llevarías y el maquillaje que usarías, pero ninguna llegaba a ningún acuerdo.

—¡Chicas!— gritaste, llamando su atención — yo ya tengo preparado todo — comentaste — vallan a sus habitaciones a cambiarse para la fiesta.
—¿no necesitaras ayuda?— preguntó Elein.
— si la necesito las llamo y ya — respondiste alegre.

Ellas asintieron, te desearon suerte y salieron de la habitación.
Te acercaste al armario, pero antes de abrirlo alguien toco a la puerta.

—¿quién es?— preguntaste.
— soy yo — respondió Zeldris.
— puedes entrar.

Tenía puesta una camisa blanca de vestir y un pantalón negro.

— que bueno que aun no te pones el vestido, pero tengo curiosidad por verlo — comentó.
—¿solo viniste a verme con el vestido?— respondiste risueña.
— se vale intentar, pero no es por eso — saco una pequeña caja azul oscuro de su pantalón y te la ofreció — te tengo un regalo.

Abrió la caja y dentro de ella había un collar de plata con un corazón azul de cristal.

— es mi regalo de bodas — comentó mientras te ayudaba a ponertelo — quiero que lo uses en nuestra boda.
— sera un placer — susurraste.

Después de asegurar el collar, sus manos comenzaron a acariciar lentamente tu cuello, causando un cosquilleo por todo tu cuerpo.

— se que estas impaciente, pero tendrás que esperar un poco más — dijiste.
— no se si pueda esperar — respondió besando tu cuello.

Te separaste de él y lo besaste en los labios, fue un beso profundo y lento, el cual ocultaba el deseo que tenían por su pareja.
Se separaron por la falta de aire y tenias un leve sonrojo en tus mejillas.

— Mientras más pronto terminemos la fiesta, más pronto me tendrás como deseas — le susurraste.
— te salvaste por ahora — respondió con una sonrisa.

                         *****
La musica sonó para darle fondo a tu entrada.
Zeldris no dejaba de verte, y tenia un leve sonrojo al verte vestida de novia.

Tal como pensaba, tu vestido era sencillo y elegante, era un vestido que resaltaba tu figura y tenia holanes en la parte delantera de la falda, tu regalo de bodas resaltaba en la parte del escote, tenías media cola de caballo y el resto del cabello suelto en rizos, tu maquillaje resaltaba, pero no era llamativo.

Elizabeth, Diane y Elein, las cuales eran tus madrinas, estaban a la izquierda del altar, mientras que Zeldris, Meliodas, Ban y King estaban a la derecha, pero a unos pasos distantes del novio.
Zeldris no dejaba de verte con una mirada llena de amor y alegría.

El señor Demons fue quien te entregó a Zeldris, les dio un abrazo a cada uno y después se sentó en su lugar.

La boda fue en el jardín de la casa que tu padre te había heredado, en la parte trasera de la casa con vista al lago.
La ceremonia se llevo a cabo con las palabras habituales, hasta que llego el momento de decir sus votos.

— Helena, no tengo palabras para decir lo feliz que me hace saber que te convertirás en mi esposa....— comenzó a hablar el moreno y pudiste escuchar a Meliodas murmurar de forma irónica " y dijo que había ensayado demasiado" algunos se rieron un poco y pudiste ver la cara del molestia del moreno, pero decidió continuar — no tengo palabras para decir las emociones que me haces sentir con tan sólo tenerte cerca de mí, estuve esperando por años para poder tener la oportunidad de enamorarte, nos conocemos desde niños y desde aquel entonces, algo me decía que serias mi esposa — tomo el anillo de oro, tomo tu mano derecha y coló el anillo en tu dedo anular — cada vez que regresabas de tu internado siempre busque la manera de tenerte cerca. Ahora, que seré tu esposo, voy a estar a tu lado y apoyarte siempre que lo necesites porque te amo y te convertiste en mi todo.

Sentías un pequeño nudo en la garganta por la emoción y el sentimiento que tenias, recordando todas las veces que te celaba cada vez que otro chico te coqueteaba o cada vez que te sentías mal, siempre te abrazaba y estuvo ahí para consolarte.

— Desde el día en que perdí a mis padres....creí que ya no tenia a nadie más conmigo, que me había quedado sola en este mundo....— tu voz temblaba levemente y tenias pequeñas lágrimas en tus ojos — pero....me abriste los brazos y me los ofreciste como refugio....siempre me alegraba ver...ese cariño en tus ojos, el sentirme amada....me diste la esperanza que había perdido, para mi es valioso el tiempo que comparto contigo y sera un honor compartir mi vida contigo — tomaste el otro anillo de oro y lo pusiste en su dedo anular de la mano derecha — te has convertido en mi vida y te amo con mi alma.
— y así los declaro marido y mujer, puedes besar a la novia — dijo el padre.

Zeldris te abrazo por la cintura, te acerco a él y te beso, fue un beso lleno de amor y sentimientos indescriptibles.

Los invitados aplaudieron, felices por la nueva pareja.

La fiesta se celebro en grande, algunos fotógrafos se colaron a la fiesta a sacar fotos, pero el señor Demons los amenazo con una demanda si publicaban las fotos sin permiso, pero fueron contratados como fotógrafos de la fiesta, por lo que obtendrían algo de dinero.

La comida estivo deliciosa, el baile de los novios fue mágico y lo que más divirtió a las personas fue la parte del ramo.

Antes de subir al auto, te paraste en la entrada de la cochera y les hiciste una señal a las chicas para que se prepararan.
Automáticamente comenzaban a darse leves empujones para atrapar el ramo.
Cuando lo lanzaste, te volteaste y pudiste ver como Elizabeth, quien ya no soporto la desesperación y los aventones de las otras chicas, las empujo con toda la fuerza que tenia haciéndolas caer unas sobre otras y el ramo quedo en sus manos.

— y conste que no estoy desesperada — comentó divertida, causando las risas de todos.
—¡oye Meliodas!— lo llamo su hermano, quien estaba por subir al auto —¡si ahora no esta desesperada, imagínate cuando lo este!— dijo aumentando las risas de los demás.
— en ese caso, veré si puedo acelerar un poco las cosas — respondió siguiéndole la corriente, causándole un sonrojo a la albina.

Subieron al auto y salieron de la propiedad.

— primero iremos a la casa de mi padre, nos cambiaremos de ropa y recogeremos las cosas — dijo con una sonrisa.
— estas más ansioso por tenerme desnuda en la cama que por otra cosa,¿verdad?— preguntaste divertida.
— y si me recuerdas lo que haremos en la luna de miel, probablemente no lleguemos ni a la casa de mi padre — respondió.

Por el tono en el que lo había dicho, sabias que no mentía y no querías perder el vuelo, por lo que preferiste callar y solamente recargaste la cabeza sobre su hombro.

— Zeldris — lo llamaste tranquila.
—¿que pasa?— preguntó sin dejar de mirar el camino.
—¿te gustan los niños?

.............................................................
Hola, espero les guste el capitulo final de esta primera temporada, recuerden votar y dejar sus comentarios, eso me motiva a seguir escribiendo.

Espero tener pronto la segunda temporada, que sera publicada en este mismo libro.

Les agradezco mucho su apoyo para esta historia, para mi es muy importante saber que les gusta lo que escribo.

Hasta la próxima actualización.

Sayonara.

dos estrellas y una luna (Zeldris x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora