Tem. 2 Capítulo 1.5

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Advertencia:
Este capítulo tiene contenido explícito, no es apto para menores de 18 años.
Pero si tu mente ya fue perturbada, puedes continuar.
Lees bajo tu propio riesgo.

Te tenia acorralada, una de sus manos sujetaba las tuyas y la otra posaba sobre tu muslo.

— si no hablas, are que lo grites — susurro en tu oído.

Tragaste saliva, por el tono en el que lo había dicho, se notaba que hablaba en serio y al parecer no te dejaría escapar.

— no pienso hablar hasta volver — respondiste en un susurro.
— si eso quieres — comentó.

Comenzó a rosar sus labios contra los tuyos en un intento de provocarte, mientras su mano subía por tu muslo, paso por tu cintura y se detuvo hasta tus pechos.

— espero que estés lista para la luna de miel — susurro en tu oído.

Te beso profundamente, sus labios se movían de forma exigente y demandante, tratabas de seguirle el ritmo lo mejor que podías, soltabas suspiros que eran ahogados por él, mordió levemente tu labio inferior haciéndote jadear, su lengua comenzó a jugar con la tuya, y exploraba cada centímetro de tu boca.
Se separaron por la falta de aire, tu respiración estaba agitada y tenían un gran sonrojo en tus mejillas.

Zeldris no espero más y comenzó a besar tu cuello, lo besaba y lo mordía dejando marcas, sus manos comenzaron a desabrochar tu camisa, dejando tu cuerpo al descubierto.

Te quito la camisa y sus labios bajaron de tu cuello a tus pechos, desabrocho tu sujetador y al igual que la camisa, lo lanzo en algún lugar de la habitación.

Tus pechos quedaron completamente al descubierto, quedando desnuda de la cintura para arriba. Zeldris no apartaba la vista de tu cuerpo, especialmente de tus pechos, parecía un depredador acechando su presa.

Comenzó a jugar con tu pechos, tomo uno con su mano y empezó a masajearlo, mientras que al otro lo besaba y mordía.

Tus gemidos no se hicieron esperar, tu cuerpo temblaba ante su tacto y podías sentir como te calentabas cada vez más por sus actos.

— Zeldris~ — dijiste en un gemido, tu respiración estaba agitada y sentías tu cuerpo arder.

Se separo de ti y te miraba a los ojos con una sonrisa traviesa, parecía disfrutar lo que te hacía.

— apenas estoy empezando — dijo — te daré una ultima oportunidad — comentó con una sonrisa — si no me dices lo que escondes, no te tendré piedad.

Lo mirabas desafiante, no estabas dispuesta a hablar, aun no era el momento, por lo que negaste con la cabeza.

— como quieras — respondió.

Te tomo de la mano, he hizo que te levantaras en la cama, quedando de rodillas sobre esta, después te giro, haciendo que le dieras la espalda.

Aunque estabas confundida, sabias que tramaba algo, ya que al darle la espalda comenzaste a escuchas como se caían unas cosas al suelo.

Sus manos se posaron en tu cintura y sus labios comenzaron a besar tu cuello, una de sus manos fue bajando por tu abdomen, haciendo que separaras las piernas y empezó a tener contacto con tu intimidad.

Su mano jugaba con tu entrada, estimulando tu intimidad, dabas leves suspiros por su tacto, y soltaste un gemido al sentir que te había penetrado de una embestida.

Lo escuchaste soltar un gruñido y después comenzó a moverse.

Entraba y salia de tu cuerpo a un ritmo lento, una de sus manos seguía jugando con tus pechos, mientras que la otra rodeaba tu cintura.
Tus gemidos eran leves, pero el placer iba en aumento, con sus caricias sentías tu cuerpo temblar y con cada embestida lo sentías desfallecer.

— Zeldris~ — gemiste levemente.

Tus manos se posaron sobre las suyas y comenzaste a ondear tus caderas a un ritmo más rápido, pero te detuvo por completo.

— aun no — susurro en tu oído.

Sus labios subieron de tu hombro hasta tu cuello, y después atrapo tus labios en un beso apasionado, su lengua jugaba con la tuya, explorando tu boca y sus manos acariciaban cada centímetro de tu cuerpo.

Finalmente ya no soportaste más y te diste la vuelta, mirándolo a la cara.
Te sorprendiste un poco ver que ya no tenia nada de ropa, pero ya te habías imaginado que se la había quitado cuando le diste la espalda.

—¿pasa algo?— preguntó divertido.
— no juegues conmigo, por favor — le reprendiste y lo mirabas con reproche.

Zeldris sonrió y sin dudarlo se lanzo sobre ti, beso tus labios con desesperación y nuevamente se adentro en tu cuerpo de una embestida.

Comenzó a moverse cada vez más rápido, tomo tus manos y las coloco por arriba de tu cabeza, sus labios recorrían tu cuello y en momentos bajaban a tus pechos, los cuales besaba y mordía.
Tus gemidos iban cada vez más en aumento al igual que sus embestidas, se apoderaba de ti de una exquisita manera.

Tu cuerpo comenzó a temblar y tu interior se hacia cada vez más estrecho, no soportarias mucho más.
Tu espalda se arqueo, tus piernas rodearon su cintura, aprisionándolo y soltaste un sonoro gemido, dándole a entender que habías llegado a tu limite.
Tras unas embestidas más llego también, y sentiste como algo cálido llenaba tu interior.

Sus respiraciones estaban muy agitadas y tenían un gran sonrojo en sus rostros.
Zeldris había apoyado su cabeza en tu hombro y sentías como pasaba su mano por tu abdomen, después te miro directamente a los ojos, se veía confundido.

— tu abdomen se ve más grande — comentó, tras unos segundos de silencio abrió grande los ojos por lo que había pensado y tragaste saliva cuando preguntó —¿estas embarazada?

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Hola, espero les guste el capitulo de hoy, recuerden votar y dejar sus comentarios, eso me motiva a seguir escribiendo.

Puede que algunas no sepan, pero en la historia de one-shot deje un aviso:
Las historias ya no tendrán horario, pero podrán votar por cual quieren que sea la siguiente en ser actualizada.

A) carrera contra el tiempo.

B) a través del espejo.

C) Silver Moon.

Dejen su comentario junto a la opción que quieran, la más votada sera la siguiente en actualizar.

Hasta el próximo capítulo.

Sayonara.

dos estrellas y una luna (Zeldris x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora