Capítulo 59

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—Así que — Edward comienza diciendo espiando por sobre el escritorio del forense hacia la computadora. — ¿Encontró algo? ¿Alguna coincidencia con las botas, algún ADN en la escena?

El científico suspira. El hombre había estado allí por horas y no le daban un respiro. — Ha habido huellas similares de botas encontradas en escenas como esta. El mes pasado tuvimos otro caso de robo de lobos. Pero en ese...había un chico muerto.

Edward traga duro. — Resulta que el chico era un omega...y un cambiaformas. No pudieron atraparlo, así que lo mataron supongo. Ha habido varios casos como este. Son cazadores furtivos. Solo hemos atrapado a uno hasta ahora. Es horrible lo que hacen.

El estómago del alfa se cierra de angustia. — ¿Qué es lo que hacen?

—Los mantienen desnudos, en celdas, los hacen correr, y tratan de dispararles. Cazarlos por deporte. Nunca he oído de alguien que haya salido de allí con vida.

Edward estaba seguro de que iba a vomitar en cualquier momento. Sus pobres omegas. Embarazados y siendo torturados, no podía con ese pensamiento. Toma el brazo del científico. — Escucha. No he sido directo contigo.

—Lo sé. — Rueda los ojos. — Esos obviamente no son sus mascotas.

—No me digas, Sherlock. Pero escucha. Son mis compañeros. Y ambos están realmente embarazados, tienen cuatro cachorros dentro. Necesito encontrarlos, ahora. — Edward estaba furioso, sus ojos rojos, y estaba gruñendo. — Porque si algo les pasa a mis cachorros, será el fin para todos en este lugar. Me importa una mierda que hayas dejado que mucha gente desaparezca.

El hombre estaba temblando mientras se hace hacia atrás soltándose de su agarre y se acomoda los anteojos. Edward casi se siente mal por el hombre. Le recordaba a Marcel, solo un poco. — Dame todo lo que tienes. Los encontraré yo. — Murmura y el hombre asiente sin otra alternativa que acceder lo que el demandante alfa quería.

—E-Entendido. Tenemos unas posibles locaciones, aquí tienes un mapa...los marcaré para ti. — Empieza a explicarle y escribir en el pedazo de papel, tragando duro. — Por favor escucha cuando te digo que esto es peligroso. Probablemente no salgas de esto vivo. Solo eres un chico.

Edward golpea la mesa algo abrupto haciendo que el hombre pegue un salto. — No tengo que serlo. Dame un equipo de oficiales que venga conmigo. Juro por el maldito Dios, nos encargaremos de esto.

El científico corre de allí yendo hacia varios hombres y hablándoles mientras Edward mira todas las locaciones marcadas en el mapa. Vuelve un minuto después, con un oficial alto y grande a su lado.

El hombre marce un punto en el mapa gruñiendo. — Aquí iremos primero. Nos encontraremos en la estación de gas justo aquí. — Marca otro punto, y Edward asiente.

—Trato hecho. Gracias.

***

Edward se para junto a un grupo de oficiales mirando hacia el bosque desde la estación de gas. — ¿Cómo vamos a ir?

—Yo digo que solo entremos de golpe. Seguramente no haya nada allí.

El hombre tenía razón. El lugar hundido en el medio del bosque estaba abandonado, pero Edward estaba seguro de cosas solían pasar allí. Había cadenas, celdas vacías, toda clase de herramientas que daban terror tiradas por todos lados... y charcos de sangre, secos de hace tiempo, que ahora solo eran manchas.

—Esto es un asco...— Uno de los hombres murmura, y el otro concuerda.

—Pero está vacío. Mejor buscar en otro lugar ahora.

El segundo lugar al que fueron a investigar era más de lo mismo. Un lugar de tortura. Pero el tercero... la gran casa en lo profundo, profundo del bosque, estaba bastante iluminado, y había mucho ruido que venía de allí. Cosas que no podías distinguir si no sabías a donde ibas, este lugar no estaba exactamente ubicado a la vista de todos ni era fácil de llegar.

Un grito hace eco a través de los árboles, y disparos. Edward tiembla. — Mejor démonos prisa. Llama y pide refuerzos —Susurra, mirando hacia el equipo. Uno de los hombres susurra en su walki-talkie mientras se mueves, y asiente la cabeza en afirmación.

Caminan en la oscuridad, en completo silencio hasta que uno de los hombres cae en una trampa para osos. Suelta un grito de dolor, pero Edward es rápido cubriendo su boca mientras otro de los hombres ayuda a liberarlo de la trampa.

Tiene arcadas cuando ve un cuerpo muerto en el suelo, casi descomponiéndose.

—Debemos volver. — Edward susurra. — Esto es demasiado y no hay suficientes de nosotros. Necesitamos un maldito equipo SWAT.

Los hombres asienten corriendo devuelta a los autos, ayudando al oficial herido.

—Yo diría que esperemos aquí sentados a los refuerzos. — Alguien susurra. — Llamen a todo el maldito equipo. El maldito ejército, por amor de Dios. Esto se fue al demonio.

Hacen sus llamados y pronto hay más de ellos. Muchos más.

Todos comienzan a meterse por el bosque hacia la gran bodega de donde aún se oían gritos y ruidos extraños. Sus ojos bien abiertos por si había más trampas, o aún peor, cadáveres.

Aceleran el paso cuando ven a un helicóptero acercándose a ellos bajando hacia el bosque. Hombres se deslizan por sogas hacia el techo del edificio, y un gran grupo de oficiales abren la puerta de la bodega con patadas, las ventanas, cualquier lado por el que podrían entrar.

Edward estaba metido en medio de esto. Sostiene fuerte el arma amenazando a cualquier cosa que se le pusiera delante, ve omegas desnudos y hambrientos, y a la gente asquerosa que estaba detrás de todo esto. Los policías estaban prácticamente disparando a quien estaba usando traje, y era todo muy rápido, todo era un desastre.

El sigue corriendo, mirando hacia arriba y hacia abajo buscando a sus omegas, rogándole a Dios, esperando, que no sea tarde.

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Espero que les esté gustando la fic hasta ahora! Si les gusta no olviden votar y comentar, si quieren dedicación comenten también :)

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora