The Alpha Sirens (Larry Stylinson)

Capítulo 64

Nadie en la casa estaba más emocionado por Navidad que Harry. Claro que, a Marcel le gustaba tener el árbol armado y a Edward le gustaba dar regalos, y los gemelos disfrutaban decorar un poco. Pero dichos gemelos, no parecían disfrutar mucho las fiestas, ya que opacaban sus cumpleaños.

Pero Harry estaba completamente enloquecido por las fiestas. Cada año, se aseguraba que la casa esté decorada de arriba abajo, con la ayuda de Marcel por supuesto. Este año no era la excepción, solo era más grande y mejor.

Ninguno de los gemelos esperaba que haya algo debajo de los árboles que habían decorado. En verdad, cuando vivían con Madame K, no recibían ni un regalo. Además, los trillizos les habían dado muchas cosas la noche anterior.

Así que cuando bajaron para hacer el desayuno y encontraron galletas y regalos por todos lados, se volvieron locos. Gritaron tan fuerte que despertaron a Edward y a Marcel, quienes corrieron rápidamente hacia ellos bajando por las escaleras para ver que sucedía.

—¡Mira todos esos regalos! — William llora literalmente. Se abraza a Louis. — ¿Son para nosotros?

—Claro que si tontito! — Harry ríe felizmente cuando entra a la sala cargando una bandeja con el desayuno. — ¡Es Navidad! Santa ha visto por todo lo que pasaron este año... ¡Él quería darles todo esto!

Edward mira fijamente a los gemelos alzando sus cejas, que no paraban de hablar emocionados y gritar de vez en cuando. — ¿Por qué están tan alterados?

Marcel lo codea. — Shhh, Eddy. Están felices. Todavía no están acostumbrados a recibir regalos.

El alfa se sienta en uno de los sillones viendo a los omegas abrir los regalos ansiosamente y su hermano aplaudía cuando abrían un regalo. Estaba muy confundido.

—¡Oh Harry! ¿Es en serio? ¡Esto seguramente salió muy caro! — Wlliam se soba la nariz abrazando un par de zapatos de diseño contra su pecho.

—Solo un poco —Harry bromea sonriendo mientras continúan abriendo sus regalos. — ¡Oh! No se olviden de mirar dentro de sus medias de Navidad, hay más que dulces allí.

Louis se levanta del piso y agarra las medias que estaban colgadas en el hogar, las da vuelta vaciándolas curiosamente. — ¿Qué son estos Hazzy? — Pregunta sosteniendo dos boletos.

Harry sonríe ampliamente. — ¡Nos iremos de vacaciones en primavera! A un lugar tropical, muy cálido. ¡Un crucero y una linda estadía en un hotel all-inclusive!

Los gemelos intercambian miradas sonriendo. — Eso suena genial alfa, ¡eres increíble! — William llora aún más sin poder creer lo que estaba pasando. — Dios Lou, realmente somos suertudos, ¿o no? Son hermosos y nos malcrían.

Louis suspira demasiado feliz. — Y son muy dulces. — Hace una pausa mirando a los regalos que recibieron. — Bueno ahora me siento mal. No les compramos nada.

Edward resopla. — No digas cosas como esas. Nos cocinan todos los días, nos ayudan con la limpieza de la casa, toman nuestros nudos...están llevando nuestros cachorros, maldita sea. No podemos pedirles nada más. No queremos nada más. — Dice despectivamente.

Ambos omegas se sonrojan antes de correr a abrazar a Harry. — ¡Te amamos muchísimo! — Dicen a la vez besando cada uno una mejilla haciendo que el alfa ría de felicidad.

William corre hacia Marcel y Louis hacia Edward, el mayor subiéndose al regazo de Ed y lo besa apasionadamente. William llena la cara de Marcy con besos riendo. — ¡Tenemos los mejores alfas! — Will exclama besando la nariz de Marcel que se había puesto roja.

—Solo porque ustedes son buenos omegas. — Harry dice con amor alzando una mano cuando los gemelos le dan una mirada triste. — No, no me miren así. ¡Lo son!

Louis va de nuevo hacia el abrazándolo fuertemente. — Pero solo porque ustedes han sido muy dulces y pacientes con nosotros.

Harry lo abraza contra el acariciando su espalda. — Siempre estaremos aquí para ustedes! Los amamos mucho.

—Los amamos más — Louis dice cariñosamente. — Feliz Navidad Harry.