Capítulo 69

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—Esto es genial y todo — Marcel dice a sus hermanos cuando los omegas se fueron a hacer las tareas de la casa. — Pero sabemos que nuestros celos están cerca, y los omegas no saben nada de sobre ello.

—No necesitan saberlo — Harry responde mirando hacia el jardín. — No van a negarse a nada.

—Eso no quiere decir que no deban saberlo — Marcel lo mira mal. — Están casi a mitad de su embarazo Harry, debemos ser cuidadosos.

—Te golpearían por decir eso — El trillizo del medio discute. — No querrían que los tratemos de forma diferente por eso.

—No se trata de tratarlos diferente — Marcel gruñe. — Se trata de que tienen que saber a lo que se enfrentarán. ¿Qué pasa si lastimamos a nuestros cachorros, eh? ¿Qué sucede entonces? ¿Podrás vivir con eso?

—No digas eso — Harry responde secamente. — Sabes que jamás los lastimaría.

—Tenemos que decirles — Marcel dice simplemente y miran a Edward que solo los miraba discutir.

Sus temperamentos difíciles, y el alfa que quería salir de Marcel era suficiente como para saber que sus celos estaban casi llegando.

—Ni siquiera sabemos cuándo llegará. No podemos preparar una cita para algo que todavía no sabemos. —Marcel suspira ante la respuesta de Edward. — Ellos nos sabrán decir cuando el día llegue, déjalo estar.

—Bien. — Marcel murmura no muy complacido con la respuesta del mayor. Luego el tema es dejado de lado.

***

Esa noche, William pasó el tiempo lavando la ropa que habían usado durante el viaje a casa de Anne, mientras Louis estaba haciendo la cena. Los trillizos estaban en alguna parte de la casa, probablemente disfrutando de ella.

Cuando la puerta de la lavandería se abre, William mira a un desaliñado y desprolijo Edward, y lo mira confundido.

—¿Qué estuviste haciendo que terminaste así? — Pregunta y tiembla ante el olor que salía del alfa.

Edward no responde, sin embargo, se acerca a William y lo toma de la cintura alzándolo colocándolo sobre los secarropas. Acuesta a William sobre las máquinas que se sacudían y quita su pantalón. No llevaba ropa interior.

—Eddy- —William jadea y el hombre abre sus piernas hundiendo su cabeza entre sus nalgas. — ¡Jesús!

Las manos del omega se dirigen al pelo de Edward tirando de él mientras lo mira. La humedad de su lengua, lamiendo y comiéndolo como si fuese un postre, y la vibración de los secarropas hacían sentir a William en el cielo.

Su miembro estaba duro, increíblemente duro, y no podía creer que alguien pudiera ponerlo así tan rápido.

—A-Amo...— Suelta un chillido y gime fuertemente. Edward pellizca sus muslos un par de veces antes de pararse y bajarse su propio pantalón.

—Te follará ahora — Murmura y acerca la punta de su miembro a la entrada de Will. — ¿Listo?

El omega asiente respirando con dificultad mientras Edward lo penetra duro y rápido.

—¡Mierda Ed! — Exclama alto y recibe un golpe en el muslo. Se disculpa por haber maldecido con un quejido, pero pronto es olvidado cuando Edward empieza a penetrarlo más profundo.

El alfa estaba hecho un cavernícola. No le hablaba dulcemente, o de forma sucia. Solo gruñía concentrado en golpear la próstata de Will con la punta de su miembro.

—Ah, ah, ah- —William gime cubriéndose el rostro con sus brazos, caliente y sonrojado. Estaba sudando, y sintiéndose como si no estuviese allí.

—Mírame — Edward entra en el profundo antes de alzando. William es obligado a envolver sus brazos y piernas alrededor del alfa. Sus ojos se abren cuando las manos de Edward sostienen sus muslos y comienza a moverlo de arriba hacia abajo. — Mírame. — Dice pausado.

William lo escucha y se encuentra con unos ojos rojos mirándolo, respirando, tratando de consumir el aire que faltaba, mientras Edward hace que salte sobre él.

—Amo — Gime y clava sus uñas en los hombros del alfa. — ¡Si! ¡Oh sí!

Lanza su cabeza hacia atrás, lanzando chillidos desde su garganta mientras el alfa lame y muerde suavemente su marca. Escucha la alarma de que paró el secarropas, pero estaba demasiado perdido como para importarle.

Ni siquiera comprendía que Edward estaba arrodillándose, pero si se dio cuenta del frio piso tras su espalda. Es dado vuelta, todo su frente apoyado contra la superficie fría.

No iba a mentir, el frío había hecho que su miembro bajara. Edward, sin embargo, no le dio tiempo de respirar. El alfa vuelve a penetrarlo, colocando su cuerpo por completamente sobre la espalda de William, y su miembro furiosamente dentro de él.

—¡Ah! — William grita mientras su cara se contorsiona de placer. Edward no para, sus caderas se movían a un ritmo veloz. — ¡Amo! ¡Amo!

—Eso es — Siente una mano enorme agarrar su pelo y coloca su cabeza contra el suelo. — Grítalo. Todos deben saberlo bebé.

William obedece. Grita hasta que su garganta dolió, pero eso no le importó a Edward. El alfa solo gruñía cuando William gritaba haciendo que el chico lo haga otra vez.

—Dame tu nudo amo — Dice cuando de su garganta no podían salir más gritos. — ¡Por favor! L-Lo necesito, ¡Por favor!

A este punto, estaba sollozando por la estimulación. Su miembro no era tocado, pero aun así no paraba de refregarse contra el frio piso lo que le daba la fricción que necesitaba.

No solo eso, pero su tenía un nudo en el abdomen aguantándose las ganas de correrse. Quería hacerlo cuando Edward le dé su nudo, pero, al parecer, seguía creciendo.

—Amo — Le ruega mientras coloca sus manos en su cintura y se mueve hacia atrás. — ¡Quiero tu nudo!

Edward solo gruñe, sus muslos temblaban y su cabello estaba sudado. Clava sus dientes en la piel de la espalda de William antes de dar una última estocada.

Ambos cuerpos se relajan, William deja salir un suspiro cuando se corre en su estómago y el piso. Sus muslos se tensan con cada descarga que Edward le daba, pero no se quejaba.

—Eres un buen chico — Escucha a Edward que le susurra en su oreja. — Todo mío.

—Tuyo —William concuerda y besa a Edward cuando el alfa une sus labios con los suyos. — ¿Tus hermanos están en celo?

—No lo dudo — Edward los gira poniéndolos de costado así la panza de William no este aplastada. Le hace cucharita, y huele su aroma. — Seguramente estén con Louis.

William asiente sabiendo que seguramente eso este pasando. Mira hacia el pasillo, pensando en el trio que estarían haciendo en alguna parte de la casa.

Finalmente se queda dormido junto a Edward.

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora