Capítulo 30

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Louis de repente pestañea despertándose, mirando alrededor encontrándose con una gran habitación blanca. No puede ver nada más que luz blanca. ¿Estaba muerto? ¿Esto era el cielo?

—Oh por dios, despertó...— Había una mano sosteniendo la suya, cierra la mano en esta girando su cabeza tratando de encontrar su voz.

—¿H...Harry? — Louis pregunta débilmente mirando al hombre por un minuto antes de darse cuenta de la situación, dónde estaba. — ¡¿Dónde está mi hermano?!

—Shh...—Harry gentilmente lo acuesta nuevamente cuando este se intenta levantar. — Él también está aquí. Está bastante lastimado. Pero estará bien.

—¿Dónde está Marcel?

—Con William.

—¿Dónde está Edward?

El rostro de Harry se cae haciendo una mueca triste. — No. Por favor no...— Louis se sienta nuevamente comenzando a llorar.

—Oh, hey, no llores. Es solo que...No está muy bien. Está en cuidados intensivos ahora.

—¿Por qué? — Louis solloza negando con la cabeza.

Harry se aclara la garganta. — Cuando entró a la casa a agarrar a William, la idea era salir y que estén a salvo...Pero apenas entró, una viga en llamas cayó sobre él, gracias a dios no se rompió nada, pero su espalda está muy quemada...

Louis comienza a llorar más fuerte. — Así que... por mi culpa...él...

—No, no. — Harry lo corta rápidamente. — No es tu culpa Lou. — Acaricia su pelo suavemente hacia atrás revelando un corte en su ceja que tapaba el flequillo. — Lo que necesitas hacer ahora es descansar, ¿Si? Tienes que mejorarte así puedes ayudar a tu hermano. Pobrecito se rompió la pierna.

Louis solloza nuevamente acostándose hacia atrás. — Si. Tienes razón. Estará completamente perdido sin mí. — Dice cerrando sus ojos. — Dormiré un rato ahora. La próxima que abra los ojos y te vea, espero que tengas cinco Big Macs.

Harry besa su frente. — Claro cariño, duerme bien. — Murmura antes de salir del cuarto en busca de Marcel.

Camina por el pasillo del gran hospital privado, obviamente los alfas siendo millonarios, llevarían a su hermano herido y a los omegas a que los atiendan los mejores doctores. Llega a la habitación de William y entra aliviado de ver que Marcy seguía allí.

El menor de los trillizos estaba acurrucado contra William acariciando su rostro.

—¿Se ha despertado ya?

—Estoy despierto ahora. — William dice abriendo lentamente un ojo y luego el otro. — Solo estoy disfrutando del afecto. Lo extrañaba.

Marcel le deja besos por todo el rostro acurrucándose más contra él, siendo cuidadoso de no lastimarlo más de lo que estaba. — Nunca te alejaré de mi vista, nunca más. ¿Te queda claro? Tan pronto como salgas de aquí te marcaré todo.

William ríe bajito. — Me gusta cómo suena eso...Papi.

—Oh, a mi también. — Harry se mete en la conversación, pero dice seguro. — Muchas mordidas por todo tu cuerpo.

—Edward tiene que estar despierto. — William dice. — No estaré feliz a menos que él me marque también. Tiene que hacerlo.

Harry suelta una risa suave. — Cuando despierte...Puedes intentar que quiera crear el lazo contigo.

—Lo hará, me aseguraré de eso. — William insiste. — Y tendré todos sus bebés.

—¿Todos?

—Todos.

—Cielos, guarda algunos para Louis.

—Nope, todos míos. —Dice sonriendo de lado abrazando al alfa junto a él.

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No puedo creerlo, en verdad muchas gracias y me alegro de que les esté gustando esta historia tanto como yo la amo.

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora