Capítulo 71

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—¿Cuándo crees que nos atrapen de nuevo? — William le pregunta a Louis. Habían escapado de los alfas por un rato después de todo, y ahora estaban en el jardín trasero hablando.

Habían hecho la cena para sus hombres, pensando que estarían muertos de hambre y no querían ver a los trillizos pelándose por la comida. En cambio, querían pasar el tiempo que podían juntos en paz antes de que sus alfas vengan y los follen locamente.

—No lo sé — Louis murmura y se encoge de hombros. — Pero puede ser pronto. Muy pronto.

—Entonces termínate el té antes de que pase — Will murmura y asiente ante la taza medio llena. — No tendrás oportunidad cuando ocurra.

Se acurrucaron juntos por la próxima hora hasta que Louis decide entrar a la casa para darse un baño de burbujas. William rezó por él, realmente lo hizo, porque no existía la palabra "relajarse" con los tres alfas en celo.

La relajación no era una opción.

—William Tomlinson — Lloriquea ante la firme voz, y abre los ojos. Alli, frente a él, se encontraban dos alfas completamente desnudos. — Arrodíllate.

—Amo — Lloriquea nuevamente hacia él. — ¿Puedes darme un minuto más?

Marcel gruñe ante la actitud rebelde del omega y lo toma del sweater. William jadea, pero gruñe cuando dicho alfa lo besa agresivamente.

—Harás lo que nosotros te digamos — William asiente rápidamente ante las palabras de Marcel, sintiendo como Edward literalmente rompe su jean y sus panties. — Y no dirás ni una palabra, ¿Entiendes?

—Si papi — Will asiente y Marcel le indica que se arrodille. Hace lo que le ordenan dando una lamida al miembro que le había aparecido delante de su cara. — No te enojes por favor.

—Shh — Marcel lo calla y gime cuando William lame juguetonamente la punta. El omega siente como el hermano mayor abre sus piernas y se sonroja.

Estaba expuesto, y no había forma de negar el aroma y el lubricante natural que ahora cubría sus muslos. Edward se acuesta, con su cabeza entre sus piernas y observa el agujero de su omega.

—Vamos Will — Abre sus nalgas haciendo que el aire frio golpee su entrada. William se separa de Marcel para chillar con su boca apenas abierta. — Siéntate en mi cara.

No pierde tiempo, mirando hacia abajo y acomodándose justo en la lengua del alfa que lo esperaba ansiosamente. Rueda sus caderas hacia adelante y hacia atrás rozándose contra la caliente boca de Edward.

—Hey — William dice cuando siente a Marcel golpearle la cara con su miembro. — No es necesario que me golpees con tu gran polla.

—Abre — Dice simplemente, y William obedece. El hermano menor no pierde tiempo en jugar. Sostiene la cabeza de Will para que se quede quieto penetrando su boca profundo y rápido. — Si.

Se quedan así por unos cuantos minutos hasta que Edward se cansa de no tener nada en su miembro. Mueve a William haciendo que el pobre chico se ahogue con la polla de Marcel, y mira a su hermano con una cara de placer.

—Entraré yo primero — Dice y eso detiene los movimientos de Marcel. Ambos alfas tenían los ojos rojos, ardiendo de lujuria y autoridad.

Maldición, William estaba demasiado excitado. El chico, sin embargo, sabía que esto podría volverse amargo si no se ponían de acuerdo. Marcel no parecía tener ganas de ser segundo, y Edward siempre es el alfa principal.

William hace lo mejor que puede para distraerlos, moviéndose para tomar el miembro de Edward en su mano y besando los muslos de Marcel para atraer su atención.

Funciona, pierden la atención el uno al otro, y miran a su pequeño omega. Le da a cada uno una mirada de deseo y lloriquea.

—Los necesito a ambos — Les ruega. — Por favor. Amo, papi. Por favor.

Marcel se sienta con ellos ahora. Besa a William antes de ir hacia Edward y lame restos del lubricante natural que había quedado en su rostro.

—Sabe rico — Murmura mientras Edward toma sus miembros rozándolos juntos. — Ven Willy. Ahora.

William se sienta sobre ellos, viendo el poco espacio que había, y se sienta mirando hacia Edward. El mayor de los trillizos hunde su rostro en su cuello y golpea su trasero con la palma de su mano.

—Amo — Lloriquea.

—¿Tomarás nuestros nudos no? —Murmura contra el oído de William. — ¿Serás un chico bueno y tomarás lo que te demos?

—Si — Gime necesitando que lo llenen ya. — Soy un chico bueno.

—Eso es cierto — Edward dice y con eso dicho, Marcel empuja a William contra sus duras pollas.

William llora de placer y dolor, pero Marcel no lo tiene en cuenta. Trata de moverse queriendo anudar al pequeño bonito rápido, pero Edward lo detiene.

—Los cachorros Marcy — El hombre le dice a su hermano. — Tienes que recordar a los cachorros.

—Lo siento — Gruñe hacia William, tomando su miembro en su mano masturbándolo y besando su espalda. — Mío.

—Todo tuyo papi, todo tuyo — William responde y asiente cuando está listo.

Allí es cuando la cosa comienza a ponerse ruda. Cuatro manos lo sostenían en el lugar, como si fuese un muñeco, y ambos alfas daban todo lo que podían con cada embestida.

Will tira su cabeza hacia atrás, su boca abierta y deja salir gemidos. Cada alfa lo embestía por turnos para darle en su próstata, y no podían culparlo por correrse antes y estar duro de nuevo.

—Más cachorros— Marcel gruñe y su rostro muestra una mirada de determinación, como si estuviera en una misión. — Te daré más cachorros.

Si Will no estuviese siendo follado y sudando como loco, hubiese dicho algo al hombre. En cambio, vagamente alza su mano hacia el rostro de Marcel y acaricia su mejilla.

Edward deja mordidas por todo su pecho, succionando y mordiendo como si fuese un vampiro queriendo calmar su sed. William lloriquea, sus ojos cerrados cuando el placer que sentía era demasiado.

—Denme sus nudos — Ruega a ambos alfas. — Los quiero, quiero sus nudos.

—Shh bebé, ya llegan — Edward dice y funde sus labios con los suyos en un beso pasional. Se besan calientemente y Marcel lame su cuello. — Paciencia, bebé.

Los tres eran un lío caliente, y no sorprendería a William si terminaban enfermos por estar sudando en el frío de afuera. Estaban empapados, el semen casi seco de William en el estómago de Edward, y su lubricante natural prácticamente mojando el regazo de Marcel.

Se sentía como en el cielo, en verdad, y William nunca obtendría lo suficiente de esto.

Con un par de embestidas más, ambos nudos crecieron al máximo, y de repente todo se detiene.

—Bien —Marcel dice limpiándose el sudor del rostro. — Supongo que estaremos aquí afuera por un tiempo...

—Todo es tu culpa, maldito caliente — William murmura cansado y recibe un golpe en el trasero. Grita y lloriquea. — Perdón papi.

—Te amo bebé.

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Hey, ¿Cómo están? Veo que muchos están leyendo la fic y votan y comentan. En serio les agradezco mucho, si alguien quiere dedicación puede pedirmelo en algún comentario, no hay problema.

¡Gracias!

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora