Capítulo 89

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Había pasado una semana, y el tema de la paternidad había sido una locura. Concedido, había sido una batalla para todos.

Como cuando Harry decidió cambiarle el pañal a Max pero este aún no había terminado de orinar. Harry termino con el pecho y la cara llena de orina de bebé esa noche.

Marcel bañó a Sophia una vez, y gritó cuando la bebé beta hizo popo en su asiento. Gritando por toda la casa "¡Louis! ¿Louis que hago ahora?"

Edward tenía todo el pecho babeado luego de dormir la siesta con los dos bebés sobre él. No era tan asqueroso como lo que les había pasado a sus hermanos, pero Max, siendo curioso, había desparramado mucha baba en la cara de su padre tratando de descubrir los detalles de su rostro.

Sophia había mordido a Louis mientras lo alimentaba y Max había vomitado a William cuando le hizo eructar, pero ambos omegas estaban bien con eso.

Cada día, visitaban a Aaron y Scar. Los alimentaban, les hablaban y los abrazaban. La doctora dijo que estaban ganando bastante peso y William por supuesto, rogó que se los pudieran llevar a casa.

Pero finalmente llegó el día. El día de hoy, Max y Sophia serian pesados para ver si estar en casa había ayudado. La doctora les hizo un trato: si los dos primeros estaban donde debían estar, entonces dejaría a los omegas ir también. Si no, Max y Sophia tendrían que volver a la Unidad de Servicios Intensivos.

Y los cinco chicos esperaban lo mejor, en verdad, porque adoraban a sus bebés, incluso con el trabajo y los desastres que causaban.

—Max pesa casi 3 kilos y 600 gramos, y Sophia está en 2 kilos y 700 gramos. — La doctora informa. — Sophia está un poco por debajo para ser una beta, pero creo que puede lograrlo. Además, ella es una niña pequeña. Nada de qué preocuparse.

—¿Entonces pueden quedarse con nosotros? — Louis pregunta sosteniendo a Max.

—Si, pueden quedarse — Los cinco gritan de emoción, pero rápidamente se callan cuando los bebés comienzan a llorar.

—No me calles — Harry gruñe a Edward. — ¡Tú fuiste el que gritó más fuerte!

—Mentira — Edward señala a Marcel. — ¡Él fue!

—¡En realidad fue Louis! — El alfa señala al omega. Su dedo debía estar muy cerca, con mucha tensión, porque Max gruñe y toma su dedo para mordelro. — ¡Hey!

—Te lo merecías — Louis ríe bajito. — Max ama a su mamá, si lo hace.

Aunque Marcel estaba irritado, estaba muy orgulloso de su niño. Un verdadero alfa protege a los omegas.

—Creo se están yendo de tema... — La doctora se mete en la conversación. — Desde que están en su casa han estado bien, Scar y Aaron pueden probar también. Tendrán que volver en una semana para pesarlos. Así que no olviden programar la cita.

***

Así que, ahora estaba toda la familia. Un omega embarazado, cuatro bebés, una autoritaria madre de cuatro, y tres alfas cariñosos.

Con los cuatro en casa, los gemelos sabían que iba a ser agotador. Todos querrían comer juntos, ensuciar sus pañales a la vez, y querrían que los acurruquen juntos también.

Sería un ardo viaje, pero aun había más padres que bebés. Eran cinco para cuatro, podrán hacerlo.

O tal vez no, porque la casa no tardo ni dos horas en ser un desastre. Scar estaba durmiendo como un ángel, Max estaba orinando en sus papás, Aaron gritaba como nunca, y Sophia le respondía con sus propios gritos.

—¡Haz que paren! — Louis suelta un quejido cuando siente dolor de cabeza. — ¡Edward!

—¡No puedo hacer nada, estoy todo meado!

—Aún está orinando, ¡¿Cómo es eso posible?!

—Cúbrelo con un pañal idiota! — Marcel grita y William ríe.

—¿Dónde esta Aaron? — Will grita. — ¡Tráiganlo aquí! ¡Traigan a todos aquí!

Pronto, todos los bebés estaban en la habitación principal, y William ordena que los acuesten juntos.

—No han estado así de juntos desde antes de nacer. ¡Acuéstenlos juntos!

Aaron y Scar son puestos juntos. Max al lado de Scar y Sophia al lado de Aaron. Los cinco padres miran la escena con una sonrisa, más cuando Max golpea su piecito con el de Scar quien hace un sonido y se gira para tocar su nariz con la de su hermano.

Sophia había pasado un bracito sobre Aaron, poniendo su manito en su boca para calmar sus gritos. Funcionó, ya que Aaron comenzó a chupar sus dedos y se relajó.

—Awww — William exclama. — Mis bebés. Mami los ama.

Besa a cada bebé, y los cuatro le sonríen. Louis besa la mejilla de William abrazándolo a la vez que bosteza.

—Son bebés felices. — Dice y los alfas asienten con orgullo.

—Max será un buen hermano mayor — Harry asiente y deja que el bebé sostenga su dedo. — Protegerá a esta familia justo como sus papás lo hacen.

—No puedo esperar a que los otros cuatro se unan a esta pequeña manada — Edward sonríe. — Y ver a los ocho crecer, serán personas hermosas.

Los omegas asienten, Marcel tomaba fotos y los besaba.

—Tampoco podemos esperar. — Dicen a la vez con sonrisas en sus rostros.

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Faltan tres capítulos :(

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora