Capítulo 22

1.9K 150 35
                                    

Desde pequeño se ha considerado extraño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde pequeño se ha considerado extraño.

Su padre solía decirle las maravillas de monarquía. La riqueza, las alabanzas, los miles de súbditos leales y las mujeres, las muchas mujeres que mataría porque el heredero de la corona las mirara aunque sea con un poco de interés.

Pero a él no le intereso nada eso...

Ni el dinero.

Ni las alabanzas.

Y mucho menos las mujeres.

¿Eso era extraño? ¿Verdad?

Nada le llamaba la atención.

Su madre solía decirle que él no era extraño, solo que no había encontrado lo que lo haría feliz en su vida. Pensaba que su madre tenía razón, siempre le había dicho la verdad, por ello confiaba plenamente en ella.

Pero un día dejo de confiar, aunque él no quisiera; su madre luego de 10 años de fidelidad y amor, le mintió; sabe que su matriarca no quería engañarlo ella era una dulce y hermosa mujer. El día de su entierro las palabras:

"Estaremos juntos por siempre"

Dejaron de valer para el corazón de Shouto, igual que la esperanza de encontrar la felicidad.

Entonces de nuevo el vacío de su interés volvió a llenar su cuerpo y alma. Debió a verse resignado a la vida que su padre le daba, después de todo él quería lo mejor para él, ¿Cierto? No claro que no. Su padre solo quería cumplir sus sueños frustrados a través de él.

Todo ello tomo sentido cuando aquel par rubís que brillaban con la misma intensidad que el sol, lo veían despectivo, con intereses y curiosidad. No lo veía con los mismos ojos que todo el mundo, y aquello lo emociono.

¿Qué es este sentimiento tan cálido que emana de mi pecho?

-¡Ey tonto bicolor!-Grito el muchacho de ojos carmín y melena ceniza, desde lo alto del árbol donde se encontraba sentado.

-¿Me hablas a mí?- Pregunto confuso el joven príncipe.

-Es obvio que a ti, ¿Dónde ves a otro tonto bicolor?- Gruño enfadado el muchacho

-Pues ciertamente soy el único bicolor aquí pero el único tonto que veo es a ti- Una imperceptible y pequeña sonrisa apareció en su rostro.

Qué raro...tiene tanto tiempo que no me siento así.

El chico cenizo frunció el ceño en señal de que aquello lo había ofendido, se levantó de la rama del alto dispuesto a bajar del árbol y golpear al bicolor, pero en un giro inesperado de la vida, resbalo de lo alto del roble; cayendo así en los brazos de su tal vez enemigo y salvador.

Aunque decir que cayó en sus brazos es apresurado.

Por suerte ninguno herido de gravedad, solo algunos raspones y la adolorida espalda de Shouto junto con el entumecido trasero de Katsuki.

Mi Bestia (KatsuDeku)- BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora