Madriguera.

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Para venir a mi hogar, debes cruzar dos puentes,

tres avenidas, dos ríos y cinco calles más.

No es fácil encontrarme, no sé si puedas,

no sé si quieras.

Mi casa es de color márfil, con grietas sútiles,

a veces los caracoles se posan en la fachada.

Mi casa tiene un jardín, pequeño y sin regar...

es de cemento el alféizar.

Tengo un gnomo fuera de la casa,

quizás te intimide su baja estatura.

No tengo perros que te puedan saludar...

Pero si aún quieres llegar, puedes hacerlo,

solo avísame con tiempo, por si vienes.

Te estaré esperando en la cortina de siempre,

la de colores tenues. 

Carta a la autoestima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora