Casa.

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Que las horas sean, sean todas
que las mañanas con su velo aniden.
Que las tardes, que los cielos de colores,
que las voces, que los niños, que el sol.

Que tu voz, mi sueño, sea toda,
que no decline, no perezca, no cese.
Que esos ojos sean, sean mios,
que los cuentos y sus finales felices.

Que si enfermas mi presencia te acoja,
y si ries, te acompañe en el canto.
Que si faltas, ya te alcance mi alero,
que si dueles, yo te arrope en el llanto.

Que si vas, yo sepa acompañarte,
que no dude, que no finja agonia.
Que me mires y no sea indecisión,
que seas, que seamos...vida.

Carta a la autoestima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora