Fui río y rocío,
sin duda, fortuita.
Te quise en conciencia,
y en tiempo presente.Nos fuimos desnudos,
de sombras, de prisas,
y en segunda escena
nos vaciaron los costados.La carne en su punto
parece exquisita.
Pareciamos felices,
pareciamos saciados.Los bosques sin alma
nos miran impacientes.
¿Volverá la carne tierna,
a deleitarme?Tarde infinita,
banquete improbable.
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Carta a la autoestima.
PuisiEl dolor no te hace menos fuerte o te quita valor. Sentirlo y sobrellevarlo es un gran acto de valentía. Qué bello es el sonido del alma entera, ¡que la miren todos! Ella, ni realeza ni esclavitud... Certeza. El valor, independencia suave, ¡que la...