Serpiente.

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Mutando, mutando de piel,
porque habrá caminos pedregosos.
Mudando, mudándose, acelerando.

Te arrastras y no ven tus pies,
ven sólo tú cubierta.
Hablas, y no oyen tu tono...
descubierta.

Si pudieras hablar, les dirías todo,
si pudieras llorar, tragarías.
Solo sienten el veneno cuando es bueno,
cuando alivia.

La escamosa textura te delata,
y no puedes seguir mintiendo.
Tus ganas de avanzar se estancan,
y arrancas.

Pero tu paso, entre piedras es corto
¡van a alcanzarte pronto!
Si finges dormir no te atrapan
¡atacas!

Carta a la autoestima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora