019

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Antonia

Llegamos a lo que se supone que es una cabaña a las afueras de Santiago, era bonita y pequeña, muy acogedora.

El Diego se bajo y me abrió la puerta para que yo bajará.

Tomó mi mano y me llevó adentro, era mucho más bonita por dentro, todo era de blanco y negro, menos las paredes que eran de madera oscura y el suelo que era madera clara.

—Ven—me dirigió hacía una puerta y la abrió.

Lo que había detrás de esa puerta me dejo para dentro, habían muchos objetos sexuales, y al medio había una cama blanca.

—Solo ocuparemos todo esto si tu quieres.

—¿Debo de firmar un contrato como las demás? Porque si es así, me largo.

—No no, tú no debes de firmar nada, tú no eres igual a las demás—se acercó y me tomó de la cintura.

—En ese caso, si quiero—sonreí pícara.

El me devolvió la sonrisa y me beso, lentamente pero sexy.

Comenzó a subir mi falda y tocar mi tracero, a dar pequeños agarrones, y luego me sacó el poleron, la camisa hasta que quedé en sostén.

—No sabes cuanto me pone verte con uniforme—susurro en mi oído.

Yo desabotoné su camisa y pude ver su hermoso abdomen, le saqué la camisa y vi sus fuertes brazos, adoro su cuerpo, sus brazos fuertes, me fascinan. Pasé mis manos por sus brazos mientras el me besaba el cuello. Sentí como su piel se erizaba a cada toque quedaba.

—Mierda, Antonia, ven—me llevó a la cama.

Me dio la vuelta, cosa de quedar a espaldas de el, me agachó y quedé en la posición que se supone que se llama la de perrito, bajó mi ropa interior de un tirón, sentí como se sacaba su cinturón, y bajaba sus pantalones, me separó un poco más las piernas y se introdujo en mi sin pudor.

—Ahh.

—Grita, grita todo lo que quieras, preciosa, nadie te escuchará, solo yo—pidió mientras salía lentamente y volvía a entrar duro.

—¡Aaaaahh, Diego! Más fuerte.

—Así me gusta, nena—y comenzó más rápido.

Sus en vestidas eran duras y rápidas, yo solo podía gemir, ni decir su nombre podía, se me era difícil articular una palabra con tanta calentura.

—Agh, correte, nena, hazlo—pidió en su va y ven.

Todo mi cuerpo se tensó y llego un glorioso segundo orgasmo del día.

El paro sus penetraciones y salió de dentro mío.

—Te sacarás la ropa, te acostarás en la cama con las piernas abiertas y ya volveré, ¿Bueno, nena?—yo solo asentí.

Me quite mi ropa y me acosté en la cama, me daba vergüenza abrir las piernas, y estar totalmente desnuda, nunca lo he estado enfrente de nadie.

El llegó solo en bóxer y con unas cuántas cosas que no se sus nombres, pero de seguro las usará en mi. Yo tapaba mis pechos y mantenía mis piernas cerradas.

—Nena, eres hermosa, no tienes nada que esconderme—hablo con dulzura sacando mis manos de mis pechos y por último abrir mis piernas.—Comenzaré con lo que quiero hacerte, ¿Bueno?—asentí.

Beso mi vientre y luego mi intimidad, yo gemi instantáneamente ante su tacto, es una sensación que solo el puede hacermela sentir.

Luego de lo que se supone que es sexo oral, el tomó una de las cosas que trajo y la puso en mi, era un vibrador.

—Mmh.. —gemi y arquee mi espalda.

Solo estaba por encima, y ya me estaba matando, hasta que de pronto lo intrudujo en mi de un golpe, abrí mis ojos como plato y gemi como nunca lo había hecho. Me causaba descargas eléctricas en todo el cuerpo, y sentía que estaba en la gloria, era demasiado placer.

—Dime cuanto te gusta, nena.

—Mmh.. me encanta.. —dije a penas.

—¿Y si le subo la velocidad?—y sin esperar mi respuesta, el aparato comenzó con una vibración mucho más rápida.

—Mmmh.. Diego...

—Ya no aguanto más—me saco el vibrador, y lo reemplazo por su miembro, lo metió de golpe, y esto era mucho más grande que el vibrador.

—Ahh—gemí.

Comenzó con sus en vestidas, eran tan rápidas que no podía nisiquiera moverme, el placer era demasiado, hasta que le dije que parará, que yo quería estar arriba.

Me monté encima de el y comencé al saltar, el me tenía agarrada de la cintura y yo tenía mis palmas en su pecho.

—Mmmh, Antonia.. —gimio poniendo los ojos en blanco.

—Dime cuanto te gusto—dije con seguridad pero con voz seductora.

—Demasiado, todo de ti me enloquece—respondió con la respiración entre cortada.

Sonreí y empecé a saltar más rápido, el me gemia y yo también. Comencé a sentir que el orgasmo llegaba, por lo que salté más alto y duro.

—Me vengo.. —dijimos los dos al unísono.

El empezó a moverse también, y así fue como ambos llegamos al mismo tiempo.

Yo me salí de el, y me acosté a su lado, puse mi cabeza en su pecho y el me acarició la cabeza. De la nada comencé a cerrar los ojos, y me quedé dormida pensando en lo mucho que disfruté esto.

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diegvc es mía, y de nadie más.

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hola bbes, perdón por no haber actualizado xd es que se me olvido, de hecho, el capítulo ya estaba listo, solo que tenía tanto sueño el día en que lo terminé que no lo subí, ahora le hice algunas correcciones y agregue algunas cosas, así que espero les guste, comenten y voten, amo ver sus comentarios :3 también recuerden que pronto haré el maratón cuando la novela llegue 1k de lecturas.

las amo, besito en la mejilla💕💕

eri mi apDonde viven las historias. Descúbrelo ahora