Sueño de Unión.

1) "Sus ojos, mi corazón".

Las batallas han inundado de dolor y tristeza nuestras tierras. Los ríos lloran desde la cascada del cielo y traen sus lágrimas hasta el extremo sur, por donde está el pequeño desierto de Ushtab, el cual es rico en oro, aparentemente, y nuestros lamentos se escuchan hasta la torre del volcán Dur-Hum-Bi en el Este.

Es imposible creer que hace muchísimo tiempo, los 2 primeros vivieron en paz y armonía entre sí, comiendo en la misma mesa y tomando vino del más preciado y glorioso sabor, costoso como túnica de emperador y suave como piel de niña virgen de Ulm. Aquellos tiempos no volverán, al menos no somos capaces de ver luz alguna en este... en este mundo. Grandes son los sueños y deseos de nuestros viejos y asombrosas las proezas de los jóvenes, pero no hay hombres que cuiden de esas cosas. La Utopia se ha encargado durante 10 años de destruir toda clase de levantamiento, de resistencia, de progreso.

El pelear significa morir en vano. No existe nada ¡Nada! por lo cual luchar y seguir de pie. Pero aunque las cosas y el camino se vea tan oscuro, yo si veo una pequeña luz al final del camino horroroso en el que estamos. Una pequeña luz nace, una a la cual determinare como "La esperanza, la joven salvación".

* 7 de Moll - 133.

- ¡Corre! tu mujer está a poco de dar a luz. - dijo Adrien a Robert, líder de Platonis.

- Espero sea un niño...fuerte como su padre. - corría y sonreía Robert.

- ¡Inteligente! no olvides eso... necesitamos personas inteligentes. - agrego el amigo.

Eliadar, esposa de Robert, estaba a minutos de dar a luz a un bebe el cual sería amado por todos en Platonis, un lugar pequeño, poco poderoso pero con hombres guerreros y de espíritu feroz. Excelentes espadachines y muy coordinados. Un lugar casi del mismo tamaño de Ulm, aunque no debemos compararlos, ya que este último es una Unidad y Platonis es solo un pequeño surgimiento. El 7 de cada mes se considera un día bendecido y de fortaleza, así que el nacer del hijo de Robert significaba algo bueno para todos.

- ¿Tardarías un poco más? - pregunto y regaño la partera a Robert.

- Lo siento, ser el líder es duro. - respondió con una sonrisa.

- Duro será el golpe que te dará tu mujer si no entras ya. - dijo la señora con una mirada amenazante.

Robert entro y vio a su mujer con mucho dolor y tratando de soportar para no dar a luz aún.

- ¡Por los hielos de Nerxis! Eres una guerrera, amor. - dijo el hombre.

- Guerra te haré si no vienes aquí ahora mismo... ¡AH! - exclamo la mujer.

Fue el nacimiento del bebe, al que llamaron Retzel de apellido Osh. Fue en esa noche una gran celebración que se extendió por todo el este. Protega bendijo al niño y Solaris ofrendo oro a Platonis como buena fortuna. A diferencia de otros pueblos o Unidades, Platonis era muy querida sobre todos, pero no era tomada en cuenta como miembro de "La Liga", las Unidades.

- Este día... ha de ser recordado... "7 de Moll - 113" día en el que la esperanza de un mejor mundo nació... ¡Salud! - brindo Robert y toda Platonis con él.

Son esas cosas las que hacen que nuestro mundo cambie, la actitud, los valores y las buenas costumbres. El creer en los jóvenes y proteger a los nuestros. Al menos así lo ve Robert, un hombre que nació para luchar por los suyos. Eliadar estaba perdida en el rostro de su niño, hermoso y tranquilo, con unos ojos preciosos y que reflejaban el amor que su madre tenía, pero que daban seguridad como el carácter de su padre.

- No podemos caer en ocio, Robert. Iré a vigilar. Felicidades por tu niño. - dijo Adrien y se fue al límite, a vigilar.

Al ser un nuevo surgimiento y prevalecer sobre el yugo de la Utopía, Platonis siempre estaba asechada por pequeñas tropas Utopianas que venían a poner leyes imperiales: Impuestos, hombres por oro, mujeres por libertad. Pero durante 10 años se habían parado firmes, en algún momento Excel, el más grande y despiadado de los emperadores, se cansaría de estar sentado viendo como un pueblo se imponía a su gobierno divino.