Sueño de Unión.

5)"Sonrisa Maligna".

La situación en todos lados era delicada. Retzel miraba con dolor como sus compañeros caían uno a uno y como Edgard mataba a aquellos héroes. La ira se encendió en el joven y con un grito de avance corrió todo su ejército una vez más a la batalla. Rosh estaba mal herido y Calum pendiendo de un hilo. Trul caería en cualquier instante ya que Yeski lo perseguía. Nina y Greshia tenían a Tremesh contra la pared. La batalla estaba más que perdida…

   *Protega*   *29 de Wamfrid - 133*   *10:37 am*

¿Nuevo rey? – pregunto Orom Gath, rey de Ulm.

En estos momentos es en los cuales me pregunto, lord Trul… ¿Por qué rayos me haces viajar? ¿Para ver esta estupidez? – pregunto enfadado Pet Skal, rey de Ushtab.

¡Mis señores! Este joven es el hijo de Robert Osh, fundador de Platonis y soldado de Plata. Ganador de la batalla nocturna y protector del Oeste. ¡Retzel Osh! Lo queramos o no… es el nuevo rey. – determinaba Trul. Pero no era su decisión solamente.

Amamos a Robert y a Platonis, joven Retzel, lo sabes. – dijo Di Marcus Dager, lord de Solaris. – Pero no podemos nombrarte rey, así como si nada.

¿Por qué no? – pregunto el joven.

Baruc… ¿Qué opinas? – pregunto Trul.

El joven Retzel pide algo normal. Debería ser rey y ya está. Solo que no tiene a quien gobernar. Me fue informado sobre el ataque a Platonis. – dijo Baruc Mash, rey de Estilan.

Yo opino que lo dejemos ser rey. Sería un golpe contra el Emperador notar que, aunque trata de erradicar Platonis, aún vive uno con el derecho de imponerse. ¡Claro! Si es que imponerte es tu deseo. – Intervino Edelweiss Ork, rey de Lances.

La reunión estaba muy desigual. Había puntos de vistas distintos y claramente estaba complicado la aceptación para Retzel. Sin embargo, Trul seguía insistiendo en que el joven debería ser rey. Calum interrumpió dando su opinión y le era permitido ya que muchos de los príncipes de aquellos lores habían sido entrenados por el hombre. Retzel solo escuchaba, tratando de encontrar el momento justo para abrir la boca.

No podemos vernos débiles ante el enemigo. – comento Pet.

¿Acaso tu debilidad radica en tu imagen? – pregunto burlonamente Edelweiss.

El Este siempre trae reyes fuertes y dignos. El Oeste debe hacer lo mismo o La Liga se volverá débil. – agrego Orom.

¡Seremos débiles el día en que desconfiemos de nuestros jóvenes! – grito Baruc.

¡Calma mis señores! – pidió Calum.

¡¡No podemos aceptarlo!! – grito Di Marcus. – Debemos recuperarnos en reputación.

Tras unos minutos de discusión y palabras de reyes, el joven Retzel se perdió en sus recuerdos. Un pueblo hermoso cercano al bosque y el rio que proviene de la Cascada del Cielo. Gente amable y fuerte. Pan de gran sabor y modales como en ningún otro lugar… todos aquellos recuerdos se consumían en el fuego y tormentas heladas… vientos huracanados y rocas encendidas en llamas que caían ferozmente. Las voces de los reyes azotaban en sus oídos y sus ojos se cerraron tratando de oír una muy, muy ligera voz que distantemente lograba escuchar. Como de Ángel, muy tierna y cálida.

“Tus ojos contienen el amor que el mundo poco a poco pierde, y en tus hombros descansa la fuerza que las Unidades necesitan”

Sé que soy muy joven. Que necesitan verse poderosos ante la Utopía y que los 12 Paladines significan un reto imposible para mí. Que a mi edad debería tener proezas y que debería ser al menos sabio. – decía con mucha humildad. – No soy un guerrero como Robert ni sabio como Eliadar… pero les juro, mis señores. – Se inclinó heroicamente. – Que traeré honor no solo a Platonis… traeré dicha y alegría al Este y el Oeste… ayudare en todo cuanto pueda y con mi vida. – desenvaino su espada y la apretó en su pecho. – ¡Que no descansare hasta liberar nuestro mundo!