Sueño de Unión.

10) "Respira...tu puedes".

 – ¡Corran! No volteen. Yo me encargare de ellos... nos vemos en la muralla. – decía Robert mientras sostenía la espada y sus piernas temblaban, pero se alcanzaba a ver en él que aún tenía un espíritu luchador.

*Ushtab*

Permish cabalgo con su escuadrón directamente hacia Vold, con la intención de salvar a su primo. Polo aprovecho la distracción de su oponente para zafarse y apartarse un poco. Los de Ushtab siguieron la lucha con fuerza, aunque ya casi no restaban Utopianos. Edgard montó su caballo y repartió muerte a todo aquel que lograba ver en la parte de atrás. Los Paladines sin duda son los contrincantes más complicados, sin mencionar la estrategia y capacidades que tienen. A comparación con los Utuks, quizá no gocen de fuerza y ferocidad, pero sus habilidades, destrezas y métodos al luchar son gloriosas.

Vold se preparó para luchar nuevamente con Polo, el cual corrió con velocidad a su enemigo e iniciaron nuevamente su enfrentamiento.

– ¿Así es como nos vencerás? Trayendo refuerzos. – dijo Vold.

– La Utopía es sucia y despiadada... un poco de sus mismos métodos no les viene mal. – decía Polo mientras colisionaba su espada con la de Vold. – Además... el que viene es tu nuevo oponente. – dijo y se fue de la presencia de Vold, hacia donde estaba Edgard.

El plan del príncipe era mantener a Vold lejos de Edgard mientras llegaba su primo. Permish llego rápidamente y sin decir más inicio combate contra el Skym. Polo pasó cerca de Nur, que aun luchaba ferozmente contra Steve, y cerca de Nare que combatía contra Greshia.

– ¡Ushtab! – grito el príncipe provocando valor en sus primos.

Nur y Nare crecieron en valor y esfuerzo y daban mejor pelea ahora a sus adversarios. Al llegar a Edgard, noto que estaba sobre su caballo; tranquilo y esperando. No había soldados suyos con vida, y sobre todo... noto algo que provoco la ira en el joven príncipe como nunca antes le había ocurrido. No lograba entender porque...ellos eran demasiado buenos para morir, pero así era. Cormog y Heimen yacían muertos, y la furia y dolor de Polo explotaba, sin embargo, al mismo tiempo un motivo y ganas de partir en dos al hijo del Emperador.

– ¡¡Sabes!!... no encuentro palabras ni maldición en mi vocabulario para expresar... lo que voy a hacer contigo. – Polo gritaba y sus ojos dejaban asomar unas lágrimas, además, sus labios temblaban de dolor y tristeza.

– ¡Cuidado con tus palabras, príncipe Polo! Yo tengo hombres aquí que pueden... – hablaba Edgar, pero fue interrumpido.

– ¡Maldito! – grito con furia y estallaba en llanto, que solo duro unos 5 segundos. Empuño la Nivus como nunca antes. – El sol nunca más brillara sobre tu cabeza.

Polo avanzo por si solo contra Edgard que tenía al menos unos 40 soldados, pero no le importó. Su dolor e ira lo llevaban adelante, sin pensar en nada más que venganza. Y cuando estaba a nada de llegar, pasaron junto a él unos 50 hombres, el escuadrón de Permish avanzo para encargarse de los Utopianos.

– ¡Skal! – gritaban. – ¡Polo! ¡Ushtab! ¡Sol brillante!

Edgard permaneció en su posición mientras entre él y Polo iniciaba un combate entre los soldados.

– ¿Acaso las mujeres de Ushtab tienen que luchar por los hombres? – preguntaba Greshia, tratando de distraer de alguna forma a Nare, la cual estaba serena y continuaba observando a su oponente en todo momento.

– Las mujeres de Ushtab somos tan fuertes como nuestros hombres... pero yo soy caso aparte. – Nare bajo su espada. – Te has topado con Nare Soshtab, hija de Null Soshtab y Daris Skal... son descendiente de las 2 familias de Ushtab.