capitulo 9

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Vale, este cuento era muy interesante y todo pero, ¿yo qué carajos hacía aquí?

–MUY BIEN, SILENCIO TODOS– de repente el anfitrión acercándose a mi– Cómo se abran  dado cuent, tenemos una nueva compañera.

¿Disculpa? ¿De qué rayos hablaba este tipo?

>> oh sí, tú, querida. Bienvenida a la familia– intentó abrazarme.

–No sé de qué diablos me hablas– dejé salir retrocediendo un paso.  Su expresión alegre decayó, pero se recompuso rápidamente.

– Querida, tú entras a participar como todos,  no por ser nueva te vamos a excluir– extendió sus brazos en un gesto apaciguador.

–Mire señor, yo sólo vine aquí a pagar un favor, todo saldado ¿Recuerdas?

Vincent sonrío con malicia.

–Yo sólo recuerdo que hiciste un trato conmigo, al aceptar venir aquí, aceptaste mis condiciones. Todo el mundo sabe eso– explicó como si nada.

–¿DE QUÉ TRATO ME HABLA?–pregunte perdiendo la compostura y de paso acercándome con las manos en puños hacia el anfitrión.
Tuve que retroceder cuando vi que dos tipos armados entraron con Moisés atado de pies y manos, la boca y los ojos vendados, arrastrándolo como si fuese un bulto de algo desechable.
Caminé en dirección a él, pero entonces los tipos quitaron el seguro a sus armas.

–Hablo de este trato– continuó Vincent señalando la pantalla, en ella me veía con capucha, en la habitación que me dieron antes de salir al ring,  Vincent ponía un fajo de billetes en mis manos obligándome a sujetarlos.

GRANDÍSIMO HIJO DE PUTA.

Nuevos tipos armados apuntaron en mi dirección previendo que lo más probable era que intentara estrangular al anfitrión. 

-Pero no te preocupes cariño- dijo él- con tus habilidades, dudo mucho que sea algo fácil vencerte. 

Seguidamente en la pantalla se comenzó a repetir una y otra vez la corta pelea que había tenido con Isak. 

-Muy bien. Aclarados todos los puntos se pueden retirar. 

Vincent desapareció y todos se apresuraron a salir en orden. 

Esto no podía estar pasándome a mí.

Me quedé ahí de pie, estática, petrificada y con unas inmensas ganas de matar a alguien. 

Me llevé las manos a la cabeza y comencé a dar vueltas en un mismo lugar como si eso me ayudase a resolver todo ese enrollo en el que me había metido. 

Esto está mal, muy mal. 

-Oye, debes salir de aquí- cuando sentí que una mano se apoyaba en mi brazo, inmediatamente entré en posición de defensa- Tranquila, tranquila- reconocí a Cameron y a Lucas a cada lado. 

-No hay tiempo para esto- mencionó una voz conocida y seguidamente fui cargada sobre los hombros de un chico. 

Bajó las escaleras conmigo a cuestas y cuando atravesamos la pista, me cambió de posición, de manera que ahora parecía un bebé envuelta en sus brazos. Ahí reconocí el rostro del acosador. 

Una vez afuera, comencé a patalear hasta que me dejó el en suelo- tranquila- intentó calmarme extendiendo sus brazos para mantenerse a una distancia prudente de mis golpes. 

Vi a los 5 chicos rodearme. Respirar en ese instante se sentía difícil. 

-Tranquila, no te vamos a hacer daño- agregó Tom. 

-Es cierto- intervino Isak- ni siquiera yo te deseo lo que te está pasando. Pobre de tu novio. 

-Él no... él...- me llevé las manos a la cabeza intentando enfocar y asimilar todo correctamente- él... oh Dios...

-Tranquila- Fury posó una mano sobre mi hombro. 

Me giré bruscamente hacia él e intenté alejarme, pero pese a todo lo que me esperaba, él me abrazó. 

Y no se sintió mal. 

-Cálmate- susurró junto a mi oído- vas a salir de esta. Todos lo haremos. Tu novio y todo lo que nos quitó será devuelto. Respira- continuó él con voz calmada- concéntrate en el palpitar de mi corazón- con cuidado bajé la pañoleta y respiré profundo- póntela cuando te separes de mí. Eres lista, tu identidad incógnita es lo que no hace esto más peligroso para ti. 

-Tu lo sabes. 

-No sé de lo que hablas- apegó mi rostro a su pecho y dejó descansar su mentón en mi cabeza. 

Cerré los ojos y me concentré en su palpitar. No estaba segura  de cuánto tiempo pasó hasta que me calmé casi por completo, pero él esperó pacientemente. 

Cuando finalmente me separé de él, volví a cubrir mi rostro con el pañuelo. 

-Él no es mi novio. Él solo es un amigo. El primero y único desde que me mudé- para ese entonces solo quedábamos Fury y yo. 

-Puedes irte ¿sabes?

-No- corté de una. 

Él sonrió sin ganas. 

-Eso imaginé. 

-Tengo que irme- susurré y me alejé corriendo. 


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