My Boyfriend was a Boy (Levi x Eren) || Omegaverse || TERMINADA

• Episodio 11: Suprimir no fue buena idea •

No hay manera de volver a Eren nuevamente un adulto.

Era lo que resonaba constantemente en la mente de Levi mientras veía como idiota al techo.
Nuevamente el insomnio en él ha vuelto a aparecer, esta vez molestando a las cuatro de la mañana.

— Tsk... Estúpido insomnio... —pensó.

Sus síntomas de celo aún no se hacían presentes, sabía que ese día llegaría, y justo antes de su cumpleaños.

Con su seriedad de siempre, observaba al niño dormido a su lado con cierta preocupación, podía verse esa actitud debido a su ceño con sus cejas arqueadas.
Eren dormía frente a él, estaba en calma y descansado, con su mano y dedo pulgar cerca de su boca, con la cola entre las piernas y la sábana hasta sus hombros.

— No quiero hacerte daño... —dijo en voz baja, mientras acariciaba la mejilla del niño con su pulgar.

Estaba seguro de que no volvería a dormir ahora, Eren despertará dentro de unas cuatro o seis horas más. Aprovechará entonces para enterarse de como mantener quieto su celo en éste día, ya tiene supresores listos, eso le calmaba un poco pues le funcionan a Erwin, que también es un alfa purasangre y es mucho más grande que él.

Sólo era cuestión de tiempo.

Finalmente logró dormir lo que le restaba gracias a unas píldoras que había comprado Eren hace unos meses. Funcionaban muy bien.

— ¡Levi-san! —trataba de despertar Eren a su alfa— ¡Levi-saaaan!

— Tsk... Qué...

— ¡Despierte!

Levi, debido a las píldoras, deseaba dormir un poco más.
Sintió en su abdomen el peso del niño, al parecer éste se había sentado sobre él para despertarlo.
Era el colmo que, estando en su día de celo, Eren estuviera provocándole de esa manera justo a las diez de la mañana.

— Ya desperté...

— ¡Vamos Levi-san!

— ¿A dónde?

— ¡Vamos a cocinar, tengo hambre!

— ¿Vamos? Quien cocina soy yo mocoso.

— Entonces cocina para mí —agregó sonriendo.

Así el pequeño bajó de la cama y se encaminó dando brincos hasta la cocina. Levi lo siguió, incluso advirtiendo a Eren sobre las escaleras.

— Bueno, qué quieres desayunar.

— Mmmm... Sándwich.

— ¿De nuevo?

— ¡Sí!

— Bueno, de qué lo quieres.

— ¡Pescado! ¡Pescado!

— ¿Pesca... —pensó un momento, hasta que analizó y se dio cuenta de que se refería al atún— oh... Si si, pescado.

Eren esperó entonces hasta que su alfa le preparara lo que pidió.
Una vez hecho, empezó a comer con calma, estaba feliz por lo que se veía, Levi tomaría los supresores después, antes debía comer algo primero.

Las horas pasaban, este día habían realizado varias actividades juntos. Era navidad, pero en casa de Levi no se notaba mucho.

Le preocupaba el hecho de que el aroma a omega de Eren aún no haya hecho ningún efecto en su cuerpo y en pleno ciclo de celo.
No sentía la necesidad de tener a su pareja retorciéndose de placer debajo de él en la cama.