– No sé lo que haría si algo le hubiera pasado a Taemin, en serio te lo agradezco Minho. – Jinki abrazó a su amigo aliviado de que estuviera en el momento y lugar correctos para ayudar a su primo.
– Descuida, tenía que ayudar. – afirmó Minho, regresaron a ver el cuerpo de Taemin todo desparramado por la cama en un profundo sueño.
Salieron de la habitación y se sentaron en la pequeña sala de Jinki.
– Espera... porque tienes esa cara Minho. ¿Sucedió algo más? – inquirió el mayor al notar la expresión decaída de su amigo.
– La verdad es que, siento que soy un idiota por no haberme dado cuenta antes... Taemin se me declaró hoy.
Jinki alzó las cejas sorprendido pero entendió las acciones de Taemin un poco mejor, no suele ser de los que beben hasta perder la conciencia. – Vaya, con que finalmente lo hizo, tardó bastante.
– Cómo... ¿tú ya sabías? – ahora se sentía mucho más idiota, si Jinki lo sabía entonces lo sabían todos los demás. – Me sorprende que Sooyoung me haya hecho caso, sí que soy malo para estas cosas.
Ambos rieron después de su comentario.
– No seas tan duro contigo mismo, desde un principio le advertimos a Tae que no funcionaría.
– Aun así, no quita que me sienta mal ¿crees que deba alejarme un poco? – miró a su amigo a los ojos, no quería causarle más dolor a Taemin.
– Hmm, tal vez por un tiempo sea lo mejor, sí. – dijo Jinki de brazos cruzados a la vez que asentía con la cabeza.
– Bien... eso haré entonces. Me iré por ahora, cuídalo bien hyung, y descansa también. – se levantó y dirigió hacia la salida.
– Descansa también amigo. – se despidió Jinki. Una vez solo en su habitación se atrevió a decir en voz alta:
– Lo siento Tae, parece que los Lee no somos buenos en esto del amor.
***
Jonghyun deslizaba sus hábiles dedos por las teclas del piano a la vez que tarareaba una hermosa melodía que hacía que Kibum lo mirara con tanta adoración desde el otro lado de la habitación, preparando dos tazas de té detrás de la barra de la cocina.
Las colocó con cuidado sobre la mesa de centro de su sala de estar y Jonghyun vino a sentarse junto a él, no sin antes depositar un suave beso sobre los labios de su amado.
– Eso sonaba tan hermoso Jong ¿es una nueva canción? – preguntó Kibum emocionado.
Jonghyun sonrió. – Lo es. – sorbió de su té. Y no diría nada más a pesar del brillo de curiosidad en los ojos del menor, una vez más él le servía de musa para una nueva creación y quería que fuera una sorpresa.
– Mmm, déjame adivinar ¿es para mí? – preguntó divertido señalándose con el dedo índice, Jonghyun lo miraba boquiabierto casi ofendido.
– ¿Acaso piensas que todas mis canciones son sobre ti? Eso es un poco egocéntrico amor. – replicó el castaño siguiéndole el juego.
– Pues claro, a este paso tendrás que nombrar a tu primer álbum como yo. ¿A qué no? – sonrió y Jonghyun también lo hizo de vuelta, negando con la cabeza las ocurrencias de su novio.
Contagiados de la dulzura del momento Kibum acercó a Jonghyun a su rostro tomándolo del cuello de su camisa y lo besó profundamente, permitiéndose disfrutar de todas las sensaciones que el íntimo contacto le proporcionaba. Amaba sentirlo sonreír bajo sus labios, escucharlo suspirar cuando le robaba el aliento de esa manera, el mayor se dejó llevar más y llevó sus manos a la piel de sus caderas, Kibum se estremeció al sentir sus fríos dedos tocarlo pero no se apartó, al contrario lo atrajo más a su cuerpo recostándose sobre el sofá y Jonghyun se apoyó con sus brazos a cada lado de su cabeza.

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Mi Decisión
Hayran KurguKim Kibum es un chico común y corriente, un simple estudiante universitario que hace siempre su mejor esfuerzo para cumplir las expectativas puestas sobre él, pero él tiene un pequeño problema, algo que no dice o demuestra; él está confundido acerca...