Me pasé toda la noche pensando en las palabras de Aelita, y planteándome si de verdad podía confiar en ellos, ya que no se puede tomar una decisión demasiado a la ligera, hay que pensarlo dos veces antes de pasar a la acción. Me levanté de la cama y me preparé para ir a la primera clase de la mañana, la cual era, la clase de matemáticas. Me puse un conjunto negro, ya que desde siempre me ha gustado la ropa "oscura". Salí de mi habitación y me dirigí a la clase de matemáticas. La puerta de la clase estaba cerrada, ¿Acaso llegaba tarde? Lo comprobaría en ese mismo instante. Abrí la puerta y ahí estaban, los alumnos y el profesor. En cuanto abrí la puerta, todas las miradas fueron dirigidas hacia mi pero yo en ningún momento me sentí avergonzado ni preocupado, mas que me sentí muy seguro.
- ¿A que se debe tu tardanza joven? -me preguntó el profesor.
Sin dirigir mirada alguna hacia el profesor, cerré la puerta y me fui al sitio que me correspondía junto a otro chico que desconocía. Este chico tenía un aire bastante siniestro, un aire que había notado antes no se donde. No me articuló palabra ni me dirigió una simple mirada, entonces acto seguido continuó la clase por donde había quedado antes de mi interrupción. Detrás mía tenía a mi gran "amigo" Jeremie junto a otro chico que al parecer, no le interesaba la clase ya que estaba dormido. Notaba como una mirada cargada de furia me llegaba a la nuca, entonces de reojo, miré hacia atrás lanzando una mirada desafiante a Jeremie, lo cual tuvo resultado sobre él cambiando la trayectoria de su mirada hacia el profesor. Terminó la clase de matemáticas, me levanté y me fui a la siguiente.
El día en cuestión de enseñanza, fue bastante aburrido, entonces después de terminar las lecciones de las seis asignaturas que tenía al día, me dirigí a la cafetería ya que era la hora de la comida. Cogí una bandeja y próximo me puse en la cola donde estaban los alumnos para coger la comida servida por la cocinera. Cogí lo que me correspondía y me salí de la cola. Acto seguido, oí una voz que reclamaba mi atención :
- Hola! Ven, siéntate con nosotros -dijo Aelita desde su mesa en la cual estaban ella, Jeremie, el chico que se durmió en la clase de matemáticas, el chico llamado Ulrich y otra chica, la cual vestía de la misma forma "oscura" la cual me gustaba a mi.
Dirigí una pequeña mirada hacia ella, pero mis impulsos me decían que no debía acercarme a aquella mesa, entonces me senté con mi compañero de matemáticas, el cual estaba solo. Nada mas sentarme, me dirigió la mirada y se presentó :
- William. -pronunció aquel chico de aire tan siniestro mientras cogía la lata de refresco
Yo ni siquiera opté por gesticular, mas que solamente le di la mano. Me habló sobre su vida, sobre como terminó en Kadic y sobre su experiencia estudiantil. Después de ello, me surgió la curiosidad sobre un tema el cual era porque estaba solo, entonces opté por preguntarle.
- ¿Ves a los de aquella mesa? Antes éramos amigos, pero la cosa no fue muy bien que digamos. Jeremie es una persona muy arrogante cuando quiere, y los demás me vetaron de su grupo. Entonces desde ese momento he optado a vivir mi vida como algo que me favorezca, no que me dañe.
- Me parece que tu y yo no somos tan distintos el uno del otro, quizá nos podamos llevar bien. -le dije a William mientras terminaba de comer.
Al terminar de comer, los dos salimos de la cafetería como "amigos" y yo, en señal de buena voluntad le invité a mi habitación para pasar la tarde, entonces el aceptó y nos dirigimos hacia nuestro destino.
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Código Lyoko : La resurrección del mal
Mystère / ThrillerXana ha vuelto... ¿No lo habéis notado? En esta historia se cuenta como, después de la "muerte" de Xana, el propio antagonista vuelve de la llanura de la muerte para dar caza a nuestros guerreros. Dentro de la propia historia, se narra como Xana es...