Capítulo 10 - Investigación

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Me desperté al día siguiente un poco raro, ya que no había pegado ojo. Me pasé toda la noche pensando en ese superordenador tan misterioso y tenía ganas de saber más sobre él. Me levanté de la cama, me duché, me vestí y directamente me fui a la cafetería. No había mejor sitio para desayunar que ese lugar ya que servían una comida deliciosa, entonces cogí una bandeja, recogí mi desayuno y me dirigí hacia una mesa. Mientras caminaba, observé que en una de las múltiples mesas que había en la cafetería, estaba el grupo de Jeremie, el cual no dejaba de mirarme mal.

Dirigiendo una insignificante mirada hacia ellos, continué el paso, dejé la bandeja en la mesa y me senté. Fue entonces cuando, justo después de empezar a desayunar, Jeremie se aproximó y se sentó enfrente mía.

- Hola de nuevo, esto... Vengo a disculparme. Mis modales hacia ti desde tu llegada no han sido los correctos y por eso me encantaría que aceptases mis disculpas. Podemos ser amigos si lo deseas, ya que no me gusta llevarme mal con nadie.

Seguí comiéndome el desayuno casi sin prestar atención y recordé lo que me dijo William, "Hazme caso, con esas personas mejor no juntarse". Le miré a los ojos, deteniendo mi mirada en la suya y acerqué mi rostro al suyo.

- Déjame en paz. -le dije con un aire serio.

- Muy bien, ¡Como tú quieras! -Jeremie alzó la voz y volvió a su mesa de mala manera.

Terminé de desayunar, dejé la bandeja en la mesa, me levanté y me acerqué a la puerta para irme. Cuando la abrí, observé que William venía hacia mí.

- ¡Hola! ¿Qué tal has pasado la noche? -me dijo William con una gran sonrisa.

- Te espero en la fábrica. -le dije mientras caminaba sin parar.

William se quedó asombrado y seguí andando. Recorrí todo el camino hasta la entrada de la fábrica, después bajé por la cuerda y me acerqué al ascensor. Lo llamé pulsando el botón amarillo colocado en uno de los pilares del ascensor, los cuales hacían de soporte, y en cuanto llegó al piso 0, me monté y pulsé el botón de bajada. El ascensor empezó a descender y mientras tanto, solté una sonrisa maléfica. En un momento noté la detención del elevador y seguí los pasos de William, esto es, me acerqué al controlador, lo desplacé e introduje los 4 caracteres que formaban la composición del display. La puerta de seguridad se desplazó hacia arriba y la secundaria (o la de bunker) se desbloqueó a continuación.

Ahí estaba yo de nuevo, en la sala del superordenador, con ganas de investigar. Me senté en la silla rotatoria, esta se acercó al terminal y puse mis manos sobre el con ansia de saber que había detrás de esa gran pantalla. Al igual que la última vez, pulsé la tecla "Intro" y la pantalla principal se encendió. La barra de carga avanzó hasta el 100% pero esta vez solo apareció la ventana del mapa verde. No había ratón, entonces intenté abrir una ventana de comando con algún que otro atajo del teclado. Como hacía mucho que no hacía programación, puse en práctica todo lo aprendido. Ah, ¿Que no os dije que hacía programación? Bueno pues ya lo sabéis.

Conseguí abrir la ventana e intenté entender el código de ese ordenador, ya que hasta ahora no había visto nada parecido. De la nada apareció un archivo de vídeo en el cual... ¿Adivináis quien aparecía en el? Exacto, Jeremie era el anfitrión. Este vídeo resultaba ser un "Log" (o registro) desde el arranque de este ordenador realizado por Jeremie hasta el apagado del mismo, incluso contaba que ese ordenador contenía un mundo virtual inmenso, un mundo llamado Lyoko. Cabe destacar que Jeremie, explicaba que ese mundo era un acceso directo entre el mismo y el mundo real. También describía que era XANA, el cual era un virus múltiple creado para destruir un proyecto militar pero que a la vez, tomó conciencia propia e intento destruirle a él y a sus amigos.

Inmediatamente, con lo que vi y oí en ese vídeo, me puse manos a la obra. ¿Os acordáis de la ventana de conexión que apareció la primera vez que vinimos William y yo? Bien, pues esta estaba ubicada en un atajo del teclado bastante accesible, entonces la abrí y según vi en el vídeo, esa ventana era la clave para activar y desactivar ese mundo virtual. Introduje el comando necesario para el arranque de aquel mundo e inmediatamente empezó el sistema a cargar la conexión entre el superordenador y Lyoko. En cuanto la conexión fue definitiva, la ventana se cerró, apareció otra la cual se llamaba LYOKO y apareció un mapa del mismo. Estaba impresionado ya que en mi vida antes había visto nada parecido y me resultaba más como un juego gigante.

De repente, el proyector cambió su imagen. Esta vez, en vez de solo mostrarme la circunferencia blanca, me mostró aparte de esto, lo que parecía un núcleo y cuatro sectores, uno diferente del otro por supuesto.

- ¿Esto es.. Lyoko? -me pregunté impresionado por lo que estaba viendo.

De repente escuché el ascensor moviéndose y de un salto, me alejé del ordenador y traté de esconderme subiendo las escaleras ubicadas en un lado de la pared hasta el piso de arriba. Me quedé inmóvil por unos instantes hasta que, al abrirse el ascensor, vi que era William el que había llegado a la fábrica.

- ¿Hola? -dijo mientras miraba de lado a lado.

- Pss, ¡Aquí arriba! -le susurré mientras le observaba.

William se empezó a reír cuando me vio ahí arriba, por la posición en la que yo me ocultaba, entonces pegué un salto y caí pegando mi puño al suelo.

- ¿Se puede saber de que te ríes? ¡No nos podemos arriesgar a que ese idiota de Jeremie nos descubra! -le dije con un tono de enfado.

- ¡Tranquilo que era una pequeña broma! Bueno, ¿Que tenemos? -me dijo William mirando hacia el superordenador.

- Por ahora no mucho la verdad. He conseguido poner en marcha lo que viene siendo el mundo virtual desde la ventana de conexión oculta en uno de los muchos atajos del teclado, pero no he conseguido hacer nada mas. -le conté a William mientras el me ponía una cara de que no entendía nada de lo que le estaba contando.

- Guau, veo que controlas de esto. Seguro que con tus conocimientos informáticos, si sabes lo que haces, podría hasta enseñarte que es... Lyoko. -me miró con inseguridad.

- Esto.. ¡Si, estoy con ganas de saber que esconde ese mundo que lo hace tan interesante! -le dije entusiasmado. 

No os voy a mentir, estaba asustado, ya que no sabía que iba a suceder. ¿Como y que será en realidad Lyoko? ¿Que sucederá cuando lleguemos?

- Bueno pues si estas listo, ¡Vámonos! -me dijo William con un movimiento de brazo indicando que fuéramos.

Código Lyoko : La resurrección del malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora