Capítulo 24 - Paz

1.5K 83 5
                                    

"La vida aprieta,

pero no ahoga."

No tardamos demasiado en llegar, el camino es corto y no hay tráfico, por lo que en menos de una hora nos plantamos en el parque nacional de Alum Creek. Llevaba tiempo queriendo venir y sacar fotos a este sitio tan bonito. Me transmite paz.

Los árales tan altos, las tonalidades entre verde, amarillo y marrón, la luz que se filtra a través de las hojas ... simplemente es indescriptible. Saco la cabeza por la ventana para ver mejor las copas de los árboles que tapan el sol.

– De pequeña, traje una vez a Keira aquí – me dice Nyder – Estaba igual de emocionada que tú, también sacó la cabeza por la ventana – la introduzco de nuevo y me río ante su comentario.

– ¿Me estás comparando con tu hija de nueve años? – enarco una ceja en su dirección.

– Se podría decir que sí – coloca una mano en mi muslo y me río.

Nunca ha sido un problema para mí que él y yo nos llevemos seis años, ni que tenga una hija. Nada de eso. Yo le conocí, me gustó, y simplemente pasó. Ni se me pasó por la cabeza que algún día él y yo acabaríamos haciendo una escapada, juntos, solos. No se me pasó por la cabeza que yo podría sentir algo más, algo más que atracción sexual hacia él.

Aparca el coche y observo lo que tenemos frente a nosotros. Me bajo del coche y miro detenidamente la casa de madera que hay delante nuestro. Si sacase una foto, pasaría perfectamente por una postal de un lugar idílico e ideal. Todo lo contrario a lo que está siendo mi vida última mente.

Despierto del trance que esto me ha causado y me muevo, ayudando a Nyder a entrar las maletas. Una vez dentro, descubro que la cabaña es acogedora, toda de madera, bonita.

– Es pequeña – oigo la voz de Nyder a mis espaldas, me muevo con la maleta hacia el sofá y me siento en él, con la vista fija en la chimenea apagada – En las fotos parecía más grande.

– Es perfecta – palmeo el espacio libre a mi lado y se sienta. Coloca un brazo alrededor de mis hombros y le miro.

– ¿Te gusta, entonces? – sus iris azules me perforan.

– Mhm – asiento, y junta sus labios con los míos.

– ¿Por qué no vamos a dar una vuelta? – se levanta del sofá y tira de mi mano.

– ¿Ahora? Está a punto de anochecer – le digo, mirando el cielo que, poco a poco, se está volviendo liláceo.

– ¿Y qué más da? ¿Acaso tienes prisa? – y él tiene toda la razón, por lo que me levanto, y salgo de la casa con él. Todavía con su brazo por encima de mis hombros.

[...]

Estoy chateando con Gertie por mensaje, Internet no funciona muy allá por aquí, quiero revisar mi e-mail, ya que me pone que tengo varios correos pero no me carga el servidor. Intento no moverme mucho, ya que me tiene, literalmente aprisionada entre su brazo y el colchón.

"¿Qué haces?" me escribe mi mejor amiga.

"Intentar no morir ahogada" supongo que ella no acaba de entender del todo mi respuesta, por que al segundo, empieza a mandarme cientos de emoticonos con signos de interrogación. Así que decido aclarar su duda con una imagen del momento.

 Así que decido aclarar su duda con una imagen del momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
My MorphineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora