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—Esperaré aquí— Jin observó a Lilly cerrar la puerta del auto, mientras esta lo observaba con cansancio.
—No tienes que hacer...
—Lo haré—sonrió este seguro mientras Lilly volteaba los ojos mientras sonreía y negaba levemente.
—De acuerdo... Te veo en un rato.
De esa forma el chico vio como las puertas de vidrio se abrían para dejar entrar a la muchacha al Lobby de aquel hotel... No cualquiera, aquel edificio guardaba un pasado que deseaba olvidar.
—Diablos...—Suspiró el pelirrubio mientras pasaba sus manos por sus ojos y terminaba de peinar su cabello—Eso quedó en el pasado... No debo preocuparme.
Se animó con una voz un poco dudosa y volvió a colocar sus manos sobre el volante para terminar por estacionarse.
De pronto Jin escuchó a lo lejos unas personas hablar.
— ¿Desea que lleve a su equipaje a la habitación?
—Si por favor.
Jin observo desde lejos a un botones atender a una pareja que al parecer recién llegaba al recinto, tal vez de luna de miel o simples vacaciones.
Eso fue suficiente para que la mente de SeokJin se transportará unos años atrás, cuando tuvo que comenzar a trabajar para ayudar a su madre mientras cuidaba de Mady. El amigo de su madre le había conseguido un simple trabajo como botones en este hotel. La paga era terrible, pero las propinas de los clientes eran otro caso.
—Daban buenas propinas aquí...—Jin apretó un poco la mandíbula—Ojala, solo me hubiera quedado con eso...
— ¿Qué dices? ¿Vas a entrar al plan o no? —Un Jiho más joven y con el cabello decolorado observaba a su amigo ansioso, mientras una sonrisa se dibujaba entre sus labios.
Jin exhalo. Sus dedos golpeaban sobre uno de sus brazos que se encontraban cruzados. Al contrario de su compañero, este aún se mantenía en duda y con una mirada clavada sobre la mesa donde se encontraban tomando un café.
—No lo sé Zico... Este empleo es bueno y...
Zico, como solía ser llamado en ese tiempo, soltó una sonrisa ahogada.
— ¿Bueno? Eres un maldito esclavo. Jin...—Zico miro al pelinegro—Tu no dejaras de hacer tu trabajo... Solo tienes que ayudar a esas personas a llegar a nosotros. Vamos, seguirás siendo un botones, solo les recomendamos un lugar de apuestas ¿Estás haciendo algo mal?
—Diablos, no me gusta la idea que me encierren por estafar ricachones...
—No los estafamos...
Jin lo miró con el ceño fruncido.
—Solo les ayudamos a invertir de mejor manera su dinero. Mientras ellos apuestan y se divierten, nosotros obtenemos datos ¿No recuerdas lo que explico RM? Su hermana es un genio, ese proyecto es el futuro... Y nosotros podemos ser parte de eso, mientras obtenemos una pequeña ganancia.
